Política | 30 años de la guerra en el Atlántico Sur

07/04

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La presidenta reclamó "Memoria, verdad y justicia", respecto de Malvinas

Al encabezar el acto central por el 30º aniversario de la guerra de las Islas Malvinas en Ushuaia, la presidenta Cristina Kirchner exhortó a Gran Bretaña a respetar "todas y cada una de las resoluciones de Naciones Unidas" y expresó su reconocimiento a "los hombres que sobre sus pechos lucen las medallas y condecoraciones que supieron conseguir con honor y valor en el campo de batalla, pero fundamentalmente en memoria de los cientos de jóvenes que dieron su vida por la patria". Por Mailén González Buenos Aires, 7 de abril de 2012. Al reivindicar los valores de "memoria y verdad", la Presidenta agregó: "La justicia, porque es injusto que subsistan enclaves coloniales como el que tenemos aquí. Justicia para que no sigan depredando nuestro medio ambiente, nuestros recursos naturales ictícolas y petroleros, para que se respete la integridad territorial y para los que aún no han podido ser identificados". En ese sentido, la Presidenta agregó que el viernes pasado dirigió una carta al titular de la Cruz Roja Internacional "para lograr la identificación de los argentinos y los ingleses que aún faltan", porque "cada madre tiene el derecho inalienable de enterrar a sus muertos, poner una placa y llorar".

En el inicio de su discurso, CFK sonrió frente a el grito de: "La Presidenta malvinera" y recordó que de esa forma la llamaba el ex presidente Néstor Kirchner. “Valientes son los que avanzan aún con miedo”, indicó la mandataria al remarcar que su presencia en Ushuaia, para conmemorar el día del Veterano de Guerra, representaba "el reconocimiento de un pueblo argentino que no olvida".

Cristina hizo referencia también al informa Rattenbach, desclaficado semanas atrás, al señalar que "nos debíamos la verdad de lo que había sucedido, una verdad dolorosa, pero una verdad encendida de gestos heroicos", porque "la gran derrotada en esa guerra fue la verdad", expresó.

Además, aseguró que el conflicto bélico "no fue una decisión del pueblo argentino", en referencia a la última dictadura militar encargada de elucubrar, como coronamiento de su plan macabro, la guerra contra Gran Bretaña. "Memoria y verdad entonces, y fundamentalmente que se descorra el telón que pretende hacer creer al Reino Unido que aquella decisión fue del pueblo argentino", advirtió CFK y agregó: "Tampoco teníamos libertad los argentinos. Había presos sin nombre y apellido, y había detenidos desaparecidos que nunca volverán a aparecer".

"Queremos justicia para la región y una zona desmilitarizada. No queremos tambores ni cascos de guerra", señaló la Presidenta y destacó que "esto ha dejado de ser una causa nacional, de los argentinos, para pasar a ser, también, de todos los países de la Unsaur y de los que se alzan a favor del diálogo".

Ya sobre el cierre de su discurso, la jefa del Estado reiteró que la historia de la usurpación de las islas "comenzó hace 180 años y no hace 30", y adelantó que buscará inaugurar el museo de Malvinas, a construirse en el predio de la exESMA, en agosto del año próximo, cuando se cumpla un nuevo aniversario de la ocupación. "Memoria, verdad y justicia para nuestros derechos, para que podamos tener un mundo mejor y más seguro", finalizó.

De esta manera, la Presidenta dejó inaugurado un cenotafio con los nombres de los 649 soldados muertos en el desarrollo del conflicto. Además, un monolito recordará en particular a los 325 muertos del crucero General Belgrano, hundido por los ingleses un día después de haber zarpado del puerto que se encuentra a cien metros de la plaza, donde hacían base las naves argentinas.

Marcha con incidentes

Contrastando con los llamados a las negociaciones pacíficas por la soberanía sobre las islas, realizados por la Presidenta Cristina Fernández el pasado lunes 2 de abril, grupos políticos de izquierda protagonizaron incidentes violentos al finalizar una marcha de protesta frente a la Embajada del Reino Unido en nuestro país por el 30º aniversario de la guerra de Malvinas.

La movilización realizada el lunes terminó con incidentes entre los policías que custodiaban la sede diplomática ubicada en Recoleta y un grupo de manifestantes de las agrupaciones Quebracho, Partido Comunista Revolucionario (PCR) y la Corriente Estudiantil Popular y Antiimperialista (CEPA). Hubo heridos y detenidos, aunque a nivel oficial no se informó la cantidad. La embajada británica condenó la “violencia” e instó al Gobierno a “cumplir la ley” respecto de los manifestantes que protagonizaron los incidentes.

En un comunicado, la embajada británica condenó “las acciones violentas llevadas a cabo por una minoría durante la manifestación de hoy”, y advirtió que espera que el Gobierno “siga cumpliendo con sus obligaciones” y que “haga cumplir la ley a los manifestantes que cometen actos criminales” porque “todos los estados están obligados, por la Convención de Viena, a proveer protección apropiada a las misiones diplomáticas”.

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