Legislativas | Realimeamiento de fuerzas en el parlamento local

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Se armó la nueva Legislatura

El rompecabezas de la Legislatura porteña se conformó con el macrismo con una mayoría de 26 legisladores, superando al Frente para la Victoria que tiene 14 bancas organizadas en tres bloques, mientras que Proyecto Sur se dividió en dos y la Coalición Cívica también sufrió rupturas. Por Martín Pérez Díaz Buenos Aires, 31 de diciembre de 2011. El PRO mantiene su sólida mayoría con 26 legisladores y un grupo variable de aliados tras la nueva conformación legislativa. El Frente para la Victoria se alzó con la segunda minoría, con tres bloques que forman un interbloque de 14 bancas, mientras que Proyecto Sur y la Coalición Cívica (CC) se partieron en dos.

María Eugenia Vidal junto con el vicepresidente primero Cristian Ritondo tendrán la tarea de conducir la Legislatura y un bloque oficialista, que tiene como jefe a Fernando De Andreis. En la primera sesión de la nueva Legislatura, Gabriela Cerruti aprovechó para regalarle a Vidal un pedido de que “cumpla con dos cosas que su antecesora no hizo: terminar su mandato en el Ejecutivo y conducir todas las sesiones”.

En el oficialismo deberán seguir con su construcción táctica de sesión a sesión para juntar el quórum de 31 legisladores y negociar las aprobaciones.

Proyecto Sur

Solía ser la segunda minoría pero terminó de dividirse el 10 de diciembre. En la práctica, ya venían separándose desde que surgieron las diferencias entre Claudio Lozano y Fernando “Pino” Solanas. Lozano nunca vio bien que Solanas bajara a la Ciudad (opacando su propia candidatura) ni tampoco que rompiera con el Frente Amplio Progresista (FAP) y saliera a cuestionar a Hermes Binner como candidato presidencial.

La separación dejó, por un lado, a los de la CTA de Pablo Miceli y de Lozano, y por otro, a los de Solanas y a Rafael Gentili, que abandonó Buenos Aires para Todos junto con otro grupo de dirigentes (entre ellos, Gabriel Puricelli). Así, se conformó un bloque de cuatro legisladores llamado Buenos Aires para Todos, que conduce Fabio Basteiro. Y otro bloque de cinco mantiene el nombre de Proyecto Sur y formó un interbloque con el legislador del MST Alejandro Bodart, quien está practicando el arte de pelearse con todos sus compañeros de bloque a la vez.

Coalición Cívica

También sufrió una fractura producto de la división de ese espacio con la dirigente de Unión por Todos, Patricia Bullrich. Por un lado quedó una bancada de tres lilitos, llamada “Coalición Cívica-ARI”: allí están Fernando Sánchez, Maximiliano Ferraro y Rocío Sánchez Andía. Por otro lado, se formó un bloque de dos, con el nombre de Bases para la Unión. Lo conduce Juan Pablo Arenaza, un hombre de Bullrich, y lo integra Adriana Montes, una dirigente fundadora del ARI con un perfil más de centroderecha. Lo curioso es que ella no se fue de la CC-ARI y continúa conversando amenamente con Elisa Carrió. “Es una típica señora de Belgrano”, la definió alguien que la quiere.

“Ellos quieren estar más cerca del PRO; nosotros, no. Y lo resolvimos así”, dijeron desde la CC-ARI. Arenaza desmintió que se vaya a pasar al PRO. “Vamos a trabajar sí en una agenda parlamentaria para el PRO. En donde tengamos disidencia, plantearemos la disidencia. En 2013 veremos si hay una alianza o una coalición”, dijo el joven legislador.

Por su parte, los radicales Claudio Presman y Antonio Campos mantienen su bloque propio.

Frente para la Victoria

Desde las elecciones porteñas avanzó con la idea de formar un interbloque de 15 bancas. Finalmente, fueron 14. La que falta es la del legislador Claudio Palmeyro, que responde al titular del gremio de los taxistas, Omar Viviani. Una de las versiones es que esta decisión forma parte del distanciamiento general que inició el secretario general de la CGT, Hugo Moyano. Otra, señalada por diversas fuentes, es que habrá un acercamiento progresivo del monobloque sindical al PRO. En cualquier caso, Palmeyro hizo en intento de sumar a su espacio a Alejandro Amor (Sutecba, cercano a Amado Boudou) y a Mateo Romeo (PJ y Suterh), pero la movida fue cortada de cuajo por el Gobierno.

El interbloque quedó conformado por una bancada del FpV de ocho legisladores, que conduce Juan Cabandié, y otros dos bloques de tres: uno del sabattellista Nuevo Encuentro, encabezado por Gabriela Cerruti, y otro de Aníbal Ibarra, llamado Frente Progresista y Popular.

En el bloque del FpV están Juan Carlos Dante Gullo, quien asumió la vicepresidencia segunda, y María Rachid, que finalmente lo integró luego de la polémica en plena campaña porteña por su salida del INADI. “Somos la segunda fuerza de la Legislatura”, señaló Cabandié. En función del número, consiguieron además la presidencia de la Auditoría porteña (que ocupó la militante de La Cámpora, Cecilia Segundo), y la del Consejo de la Magistratura, que quedó en manos del titular del PJ, Juan Manuel Olmos.

Entre Ibarra y Cabandié hubo una agria discusión interna, dado que en el kirchnerismo sostienen que el ex jefe de Gobierno se había comprometido a integrar un único bloque. Cerca de Ibarra, sostienen que es posible que esto se concrete más adelante, pero que la discusión quedó “para el año que viene”.

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