Cultura | Centro Ana Frank

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Una experiencia interactiva con niños

El Centro Ana Frank ha comenzado el año con una experiencia interactiva destinada a jóvenes y niños a partir de los 9 años. El objetivo es mostrar cómo influenció la escritura y la lectura en la vida de esta pequeña niña alemana, conocida mundialmente por el diario íntimo que escribió durante su encierro y que fuera rescatado de las manos de los nazis por la solidaridad de quienes resistieron a la ocupación durante la Segunda Guerra Mundial. Por Belén Sosa Buenos Aires, 22 de enero de 2016. Dirigido por Héctor Shalom, recientemente nombrado Personalidad Destacada de los Derechos Humanos por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el Centro ubicado en el barrio de Coghlan cuenta con una muestra permanente donde se despliegan en la planta baja fotografías de época situadas en la parte superior de las paredes, y en la parte inferior fotos de Ana y de su familia.

Una profusión de imágenes permite seguir el itinerario vital de la joven, desde su nacimiento, pasando por el anexo de un edificio adonde estuvo escondida junto a su familia y otras personas -un total de ocho-, hasta que los nazis irrumpieron en el lugar.

"Hay una pedagogía de la memoria pero con una mirada positiva", resume Lucila San Martín, coordinadora de Comunicación, quien explica parte de las múltiples iniciativas que se generan a partir de este espacio, cuyas puertas se abrieron por primera vez el 12 de junio de 2009.

"Se trata de una difusión histórica a través de materiales educativos innovadores siempre con el propósito de promover los valores democráticos, los derechos humanos y la diversidad cultural", dice mientras destaca algunas fotografías en particular, como una en la que aparece el padre de Ana (Otto) y un tío en la Primera Guerra Mundial.

"Un buen ejemplo de las mentiras de Hitler que aseguraba que la persecución de los judíos estaba relacionada con la falta de compromiso en esa guerra, algo totalmente falso", dice y se detiene sobre una pequeña vitrina: "este es un mantel del casamiento de los padres de Ana que nos regaló su hermanastra (el padre se volvió a casar después de la guerra)", señala entre otros objetos originales de la resistencia holandesa.

Llama la atención un manojo de llaves, en otra vitrina, que eran dejadas por los que huían y nunca regresaron a sus hogares, también la estrella de David, como un símbolo de la discriminación a los judíos.

Subiendo al primer piso, se encuentra una réplica escenográfica de la famosa 'casa de atrás', donde una puerta camuflada con un mueble lleva al visitante al espacio en el cual convivieron desde el 6 de julio de 1942 por más de dos años ocho personas, cuyas fotografías se ven en una pared, "aparte de las cuatro que los cuidaban: esto es algo que nos interesa destacar, cómo en esos momentos difíciles nunca dejó de existir la solidaridad".

Un clima especial se siente en el lugar: en una de las paredes una escalera en la que cuelga una bicicleta lleva al altillo, casi al entrar el visitante se topa con un piletón y su canilla, hay libros, postales y en el centro una serie de butacones que permitan observar sin prisa.

Una ventana deja ver las casas que estaban enfrente al anexo y una puerta nos introduce en el cuarto de Ana. Allí la ventana está oscura y sobre una pequeña mesa hay una réplica del diario de Ana. La última anotación que escribe al escuchar un trueno: 'Sigo creyendo en la bondad interna del hombre".

Alemania, Inglaterra, Estados Unidos y Argentina, son los países que han creado el Centro Ana Frank. Aquí en Buenos Aires, la casa fue donada por una familia solidaria de apellido Szulman, "que alojó a muchos perseguidos durante la dictadura militar".

"En el jardín, hay un retoño del castaño que miraba Ana desde el altillo, el único contacto que tenía con la libertad y la naturaleza".

Pero también en el primer piso hay un ambiente que recrea la muestra de la planta baja, con una impronta escolar donde la imagen de Ana se mixtura con consignas, relatos y cuadros en blanco de dos cuadernillos que los pequeños visitantes deberán completar interactuando con los contenidos que ven y asimilan en el transcurso de la recorrida.


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