Política | Después de una década de gestión

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Mala nota en lectura

Impulsores fanáticos de medición de calidad, tuvieron esta vez un tropiezo serio en la educación porteña, conducida por el macrismo desde hace diez años. En una prueba internacional de lectura realizada a alumnos de 4º grado, Buenos Aires estuvo debajo del promedio, con igual desempeño que Trinidad y Tobago o Azeribaiyán. Desde la Unión de Trabajadores de la Educación consideran que "el macrismo fue víctima de su propia trampa". Por Mailén González
Buenos Aires, 8 de diciembre de 2017. Los resultados se conocieron en la semana. Desde 2001, cada cinco años, la Asociación Internacional para la Evaluación Educativa (IEA, por sus siglas inglés) presenta en sociedad los resultados de las pruebas internacionales PIRLS, un diagnóstico sobre la habilidad lectora de los alumnos de 4º de primaria. En esta ocasión, la Ciudad de Buenos Aires participó por primera vez y se posicionó por debajo de la escala aceptable. 

El centro de la escala PIRLS está puesto en los 500 puntos. La Ciudad de Buenos Aires logró un puntaje promedio de 480. En una recopilación general, entre países y ciudades participantes, CABA se ubicó en el puesto 46 sobre 61. "Buenos Aires logró un poco menos de la escala internacional y tuvo un desempeño similar a Trinidad y Tobago o Azerbaiyán. Al igual que en otros países, también encontramos en Buenos Aires que los logros en lectura están fuertemente relacionados con la asistencia a la educación preescolar y la participación de los padres en las actividades de lectura temprana de sus hijos", explicó Dirk Hasted, director ejecutivo de la IEA.

El operativo se realizó en Capital entre el 9 y el 13 de noviembre de 2015 en 150 colegios; una muestra representativa entre gestión estatal-privada y nivel socioeconómico. 4.854 alumnos respondieron el cuestionario a partir de la lectura de textos tanto literarios como informativos. Las preguntas de multiple-choice concedían un punto y las abiertas, uno, dos o tres, según su dificultad. A los chicos porteños les fue mejor en los literarios (484 puntos) que en los informativos (475).

La prueba evalúa cuatro procesos de lectura, crecientes en su grado de dificultad: localización (encontrar la respuesta tal cual aparece en un texto), inferencias (llenar los vacíos, encontrar respuestas implícitas), interpretación e integración de ideas y análisis crítico. Como era de esperar, CABA logró mejores resultados en las dos primeras y fue deficiente en las otras dos: 483 contra 473.

En comunicado, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el mayor sindicato docente porteño, afirmó "El Gobierno de la Ciudad, fanático como todo defensor del neoliberalismo de las evaluaciones estandarizadas, acaba de caer en su propia trampa. Los resultados de las pruebas PIRLS -se dieron a conocer en los últimos días- indican que los niños y niñas de la Ciudad obtuvieron "un promedio significativamente menor que la media" en los niveles de comprensión lectora. En este distrito el PRO decide la política educativa desde hace 10 años. Por lo tanto sus funcionarios debieron salir a dar explicaciones. Aquí es donde aparece la celada de la que no pueden escapar las autoridades pedagógicas de la CABA. La respuesta de la Licenciada Tamara Vinacur, directora de la Unidad de Evaluación del Ministerio de Educación porteño, argumentó que el bajo resultado y la mala ubicación en el ranking, 46 sobre 61 participantes, se debe a que en nuestros planes de estudios los contenidos vinculados a la lectura crítica que evalúan las PIRLS se enseñan a años posteriores a 4to grado, que es en el que tomaron las evaluaciones.

En efecto, ese fue el argumento que usó la funcionaria del PRO. "Por nuestro diseño curricular, solo los dos primeros procesos, es decir, localización e inferencias, son los que se esperaría que los chicos pudieran resolver bien en cuarto grado. No nos sorprende que no nos haya ido tan bien en las dos últimas porque se enseñan más adelante", sostuvo Tamara Vinacur, directora ejecutiva de la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa (UEICEE), a cargo de la puesta en práctica del operativo en la Ciudad. "El principal desafío está en inferencias directas porque comparativamente tuvo resultados inferiores a localización. A los chicos les cuesta más. Hay que destinarles más tiempo para que puedan dar un paso más en la comprensión lectora", agregó Vinacur.

Por lo demás, la mayoría de los textos que desplegó PIRLS, con sus respectivas ilustraciones, fueron diseñados especialmente para la evaluación. Eso constituye una diferencia no despreciable con respecto a las pruebas que se realizan en CABA que, en general, incluyen autores reconocidos. La otra diferencia, dice Vinacur, es en la concepción individual de PIRLS. No contempla la lectura en voz alta y el intercambio de ideas que se da en el aula.

Argentina había tenido una experiencia fallida en 2001 en PIRLS. De hecho, su participación no se registra en el informe final porque la base no llegó en tiempo y forma. En concreto, es la primera vez que forma parte de la evaluación y, por decisiones políticas, no se hizo extensiva a todo el territorio nacional.

El sindicato docente afirma "En síntesis, si las evaluaciones estandarizadas fuesen la herramienta correcta, 10 años de política educativa de Macri y Larreta en la Ciudad han demostrado un rotundo fracaso. Si, por el contrario, las evaluaciones estandarizadas no son el mecanismo adecuado para advertir nuestros problemas, las y los docentes teníamos razón en nuestros cuestionamientos y deberíamos usar otro tipo de evaluaciones. Esta es la trampa en la que caen los mismos que defienden este tipo de pruebas."

Y continúan "Lo mismo había ocurrido el año pasado con la evaluación estandarizada sobre contenidos de matemática que se tomaban en años distintos a los que se enseñaban en la Ciudad. La pregunta es por qué seguimos comprando estas pruebas enlatadas a empresas privadas internacionales en vez de crear nuestras propias evaluaciones. Las que queremos los docentes y también la mayoría de los pedagogos e investigadores en educación debe ser integrales, participativas, contextualizadas y no una excusa para atacar a la Escuela Pública y sus trabajadores. Estas características no están presentes en ninguna de las mediciones estandarizadas que fascinan a los gobiernos neoliberales."


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