Política | Cierre de Profesorados

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Un proyecto que suma repudios

El Consejo de Educación Superior Estatal se suma a los gremios docentes. También exigieron que el gobierno porteño retire el proyecto de ley para crear la Universidad de formación docente y abra un debate sobre los cambios a realizar con la participación de la comunidad educativa. "l PRO instaló a principios de diciembre una discusión falaz. Una encuesta fue diseminada en las redes sociales por el ejecutivo porteño, pero fundamentalmente fue replicada mediante el padrinazgo de los grandes medios de prensa: "¿Estás de acuerdo en que la carrera docente pase de ser terciaria a universitaria?" Por Joaquín Ramírez Souto
Buenos Aires, 15 de diciembre de 2017. El Consejo de Educación Superior Estatal firmó un acta junto a los gremios docentes para rechazar la intención del Gobierno porteño de desmantelar los 29 Institutos de Formación Docente de la Ciudad y crear una Universidad de formación docente de la Ciudad (UniCaba). El documento firmado exige, también, que se retire el anteproyecto presentado en la Legislatura. 

Todas las instituciones de formación docente en CABA, 8 artísticos y 21 Institutos de Educación Superior, rechazan su posible cierre a partir del proyecto que lanzaron Horacio Rodríguez Larreta y Soledad Acuña de hacer universitaria la carrera docente. En comunicados y acciones conjuntas, denuncian que no se está creando una nueva universidad, sino que se está interviniendo y destruyendo el sistema público de Educación Superior de la Ciudad. Ayer, en una reunión ampliada del Consejo Directivo del CESGE (Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal) frente a la Legislatura porteña, en la que se hicieron presentes alumnas/os, docentes y directivos/as de los 29 institutos en peligro, se resolvió ratificar el rechazo al proyecto y exigirles a las autoridades que retiren de la Legislatura el Proyecto de Ley Creación de la UniCABA. Por el momento, el trabajo conjunto y la movilización de las 29 comunidades educativas consiguieron evitar el tratamiento "exprés" del proyecto que pretendía el gobierno.

"El acta firmada tiene como objetivo apoyar y difundir la iniciativas de los rectores de los Institutos de Formación Docente porteños. El proyecto del Gobierno de la Ciudad no fue discutido con la comunidad educativa, sino que es una decisión unilateral que pretende responsabilizar a los institutos por las consecuencias de diez años de política educativa del Pro", aseguró el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López.

El documento, titulado "2017-Quisieron enterrarnos pero no sabía que éramos semilla", despliega en cuatro puntos el acuerdo al que llegaron gremios y COnsejo. El primero resolvió rechazar en conjunto la desintegración de los 29 Institutos de Formación docente de gestión estatal de la Ciudad. "Exigir el retiro del ante-proyecto de ley presentado en la Legislatura porteña" fue el segundo ítem. Los dos restantes establecen la difusión del peligro de desaparición de los centros de formación docente y las acciones del Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal. Los firmantes son, además del Consejo, los sindicatos docentes de Ademys, ADEF, Centro de Profesores Diplomados, UTE, Suteba y Ctera.

El 4 de diciembre, el jefe de Gobierno de la Ciudad Horacio Rodríguez Larreta y la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, presentaron un proyecto educativo que ese mismo día ingresó por mesa de entradas de la Legislatura como anteproyecto de ley. En su primer artículo, dispone la creación de la UniCaba, que abarcará el nivel terciario de gestión estatal tanto en los Institutos de Formación Docente como también de la Escuela de Maestros y las Escuelas Superiores de Educación Artística. Según el proyecto, la Unicaba gozará de "autonomía académica e institucional", aunque el rector será designado por el Ejecutivo de la Ciudad y el Ministerio de Educación porteño "colaborará con las políticas y lineamientos generales necesarios para la formación docentes".

Lo que sorprendió fue la forma en que se conoció la inicitiva. Con muchos recursos económicos y una gigantesca campaña mediática, el PRO instaló a principios de diciembre una discusión falaz. Una encuesta fue diseminada en las redes sociales por el ejecutivo porteño, pero fundamentalmente fue replicada mediante el padrinazgo de los grandes medios de prensa: "¿Estás de acuerdo en que la carrera docente pase de ser terciaria a universitaria?". Con una superficialidad difícil de igualar, se trata de reducir nada menos que la discusión de una reforma para la formación docente a  80 caracteres. La opinión de los alumnos y trabajadores de los institutos, o la de los académicos y pedagogos de la UBA y otras universidades nacionales, que no es siquiera tenida en cuenta, trata de ser reemplazada por una compulsa amañada en Twitter o Facebook. Más allá de la operación de marketig, cabe preguntarse ¿qué modelo de estudiante y de docente subyace en esta reforma? ¿Qué lugar ocupan en ella los actuales institutos de formación docente, muchos de más de un siglo de existencia? ¿Cuál sus trabajadoras y trabajadores?  

Para López, secretario de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el avance contra los profesorados tiene su razón de ser: la falta de maestros en Capital Federal. La Ciudad es el distrito con menor crecimiento de la cantidad de alumnos de profesorados en el período 2007 y 2016, según cifras oficiales del gobierno porteño y el Ministerio de Educación de la Nación. "Los Institutos de Formación Docente no son los culpables. Tienen más de 100 años y nunca faltaron maestros. La menor cantidad de profesores tiene que ver con los recortes en el presupuesto educativo", indicó López. 

Si bien las autoridades legislativas prometieron debatir el proyecto recién en marzo del 2018 ("con la lucha pudimos garantizar que los Institutos de Formación Docente sigan en pie el próximo año", explicó López), la voluntad del Gobierno porteño sigue firme. El proyecto de disolución de los 29 profesorados terciarios que pretende imponer el PRO en la Ciudad de Buenos Aires oculta más de lo que exhibe. Mediante la instalación de un falso debate que tiene como argumento central el "status" que otorgaría el carácter universitario de la nueva carrera, se camuflan las razones de fondo: la intervención sobre la autonomía de los institutos actuales, el avance sobre la libertad de cátedra, el más que probable cierre de cursos y la eliminación de cargos docentes. Pero además, el control ideológico y la reorientación de los contenidos en sintonía con la reforma curricular en la Escuela Media.

"Desarrollando talento, desarrollamos futuro"

Con un eslogan tomado literalmente del management, el Ministerio de Educación porteño difundió, antes que el propio borrador de ley sobre la reforma en terciarios, un material con poco texto y muchos datos… pero casi ninguna fuente citada. En él se realizan afirmaciones que son falsas. En "Desarrollando talento…" se mencionan logros de gestión que no son tales, como por ejemplo un número ficticio de escuelas construidas (64) de las cuales, lógicamente, no se da ni nombre ni ubicación. Además, se afirma que se están construyendo otras 52, de las que en muchos casos solo existe el cartel de inicio de obra, como en el llamado "Polo educativo Mataderos", cuya realización acumula 15 años de reclamos, y de la cual se está ejecutando solo una ínfima parte. 

Entre el contenido escuetamente plasmado en el material difundido por el Ministerio de Educación porteño, se menciona la creación de la universidad docente. Se dice que la misma brindará "flexibilidad en los formatos de aprendizaje" incorporando instancias virtuales. En cuanto al perfil docente, una diapositiva habla de las cualidades a desarrollar en el "docente del futuro": "es flexible y se adapta al cambio", posee "actitud emprendedora". En un anexo, tan lacónico como el resto del texto, se rotula sobre la nueva formación docente que habrá una "estructura y enfoque unificado de la oferta", que el ingreso a la carrera implicará la "validación de saberes previos" (¿examen de ingreso?) y que se desplegará una "política de atracción a los mejores alumnos". 

"Estas afirmaciones, tan carentes de originalidad como de rigor, provienen de los lineamientos del Banco Mundial y la OCDE en educación", dicen desde Ademys. Y agregan "Estos organismos, promotores de este tipo de reformas, señalan que el factor causante del bajo rendimiento educativo en Latinoamérica no radica en la creciente desigualdad social, ni en la pobreza extrema de millones de niños y niñas o el desfinanciamiento educativo, sino en el nivel bajo de la docencia. Para revertirlo proponen un mejor "reclutamiento" de los candidatos a educadores o la evaluación externa periódica de docentes y alumnos/as como instrumento de medición para aplicar "estímulos", o eventualmente determinar la permanencia o no en el cargo de las y los maestros".


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