Política | Gatillo fácil
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Primer juicio a un policía porteño
Se elevó a juicio oral la causa contra el policía Adrián Otero, quien se encuentra detenido, imputado por el asesinato de Cristian "Paragüita" Toledo, quien vivía en la Villa 21-24 de Barracas. El agente de la Policía de la Ciudad podría recibir prisión perpetua. Luego de fusilar a Toledo en julio del año pasado, intentó matar a sus dos amigos.
Por Mailén González
Buenos Aires, 26 de enero de 2018. La Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) informó que se elevó a juicio oral la causa por el asesinato Cristian "Paragüita" Toledo.
El policía de la Ciudad, Adrián Otero (quien se desempeñaba como bombero) enfrentará la pena de prisión perpetua, ya que la causa es por homicidio agravado (por haber sido cometido con arma de fuego y abusando de su función como miembro integrante de una fuerza de seguridad) y en concurso real con el delito de homicidio igualmente agravado en grado de tentativa.
De esta manera, por primera vez, se sentará a un integrante de la Policía de la Ciudad en el banquillo de los acusados. Por lo que el juicio es considera como el primero que castigará el "gatillo fácil" en esta fuerza.
El hecho se sucedió en el cruce de Vélez Sarsfield y Santo Domingo en el Barrio de Barracas. El sábado 15 de julio pasado, "Paragüita" y dos amigos regresaban a sus casas en la Villa 21-24, en el auto de uno de ellos, cuando, a raíz de un simple incidente de tránsito, el policía Otero comenzó a perseguirlos con su vehículo, mientras disparaba reiteradamente contra los tres chicos. Uno de los disparos impactó en el tórax de Cristian, a muy corta distancia, y le causó la muerte en forma casi inmediata.
Otero no solo asesinó a Cristian sino que también siguió disparando y amenazando a Carlos Daniel Gavilán y Jorge Daniel Nadalich, amigos de Cristian y que se encontraban en el auto con él.
Otero argumentó que se tuvo que defender de un intento de robo, pero las pericias, testimonios e imágenes de las cámaras de seguridad desbarataron rápidamente esa versión.
Cristian trabajaba en la ferretería del barrio, por lo que era conocido por todos los vecinos. Fueron ellos los primeros en afirmar que se trató de un caso de gatillo fácil. El párroco de la Parroquia Caacupé, padre Toto de Vedia, sostuvo que "hubo un incidente de tránsito cuando los chicos venían de bailar, el policía los siguió, empezó a tirarles y chocaron". Y continuó afirmando que los jóvenes "no estaban armados" y que "lo del robo es una interpretación del bombero que los persiguió".
Los amigos de Paragüita, inicialmente acusados por robo, fueron liberados y son querellantes en la causa, junto a Leónidas Medina, la mamá de Cristian Toledo.
Otero amenazó a los amigos: “Tu amigo ya me cagó la vida, me da lo mismo matarlos a ustedes ahora) y además se negó a llamar una ambulancia para que atendiera a Toledo.