Información general | Ley de Basura Cero olvidada

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Aumentó el entierro

La Ciudad aumentó el entierro de basura en el relleno sanitario tras cinco años de caída. En 2017 se enterraron 1.101.202 toneladas cuando debían limitarse a 357.000, según lo establecido por la ley de Basura Cero, que el macrismo incumplió desde el comienzo de su gestión, hace una década. Por Joaquín Ramírez Souto
Buenos Aires, 26 de enero de 2018. Los porteños generaron y enviaron más basura al relleno sanitario Norte III luego de cinco años de caída leve. Según las cifras oficiales, se generaron unas 44.000 toneladas extra de residuos el año pasado, de las cuales 6000 no pudieron recuperarse y fueron al vertedero. Esto significa entre 0,5% y 0,6% más que el año pasado, es decir que pasó a enterrar 1.094.708 tn en 2016 a 1.101.202 tn en 2017.

En el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad argumentaron que el crecimiento económico es la causa principal de este cambio, cuando disminuyó el consumo masivo según todos los indicadores disponibles, e hicieron un balance positivo de la recuperación de desechos ante el nuevo volumen. Sin embargo, indicaron que seguirán trabajando para incrementar la separación en origen y no descartan "clarificar" algunos conceptos de la ley de Basura Cero, a la que consideran una norma "mal hecha".

"La generación y el enterramiento crecieron por dos factores: el aumento poblacional y el crecimiento económico. Los municipios de la provincia de Buenos Aires crecieron 4%, nosotros crecimos el 0,5%, con lo cual hubo una mejora en la cantidad de material recuperado respecto del año pasado", indicó Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público, olvidando que la población porteña permanece estancada desde 1947.
 
Según las cifras que manejan en la cartera que conduce el funcionario, se procesaron el año pasado 38.000 toneladas adicionales de residuos respecto de 2016. "Aumentó la recuperación de la planta de tratamiento mecánico biológico; los recuperadores urbanos pasaron de recuperar 334 toneladas a 420 toneladas por día. Mejoramos muchísimo", agregó Macchiavelli, con un optimismo digno de mejor causa.

Martín Prieto, director ejecutivo de Greenpeace Argentina, no opina la mismo: "Según la ley de basura cero, la meta de reducción para este momento era del 75%. Si se toma como año de base el 2004, los residuos enviados al relleno sanitario en el 2017 debería estar en el orden de las 357.000 toneladas. El millón de toneladas que envió al relleno el Gobierno de la Ciudad supone casi triplicar el tope que le fija la ley. Eso demuestra la falta de voluntad política para implementar la norma en los tiempos y en la forma".

La situación viene de lejos. Ya en 2015 Greenpeace, junto a otras organizaciones, denunciaba la situación. "A 10 años de la sanción de la Ley de Basura Cero, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sigue enviando a rellenos sanitarios la mayor parte de la basura que genera, cuando la meta fijada por la Ley era una reducción escalonada del 30% para 2010, del 50% para 2012, y un 75% para 2017. Los objetivos de 2010 y 2012 no se cumplieron. En el año 2014 el porcentaje de cumplimiento de la ley alcanzó apenas el 15%", decían en el informe elaborado en 2105 junto a la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) y la Fundación Avina, para denunciar que las "plantas de tratamiento mecánico biológico (MBT, en inglés) eran una falsa solución para cumplir con la Ley de Basura Cero". 

Para Macchiavelli, la ley que menciona el titular de la ONG está mal hecha: "Tomó un valor de origen que no era el real. Hoy estamos tratando el 78% de la basura que genera en Buenos Aires. No sé si es que hay que cambiarla, pero no puede ser el único patrón a tener en cuenta. Lo que sí tenemos que hacer es clarificar los términos porque da lugar a diferentes interpretaciones, por ejemplo, en el tema de los porcentajes", indicó, y no descartó que se utilice como herramienta un decreto reglamentario o que se elabore un proyecto de ley. Lo cierto es que desde que asumió Macri al frente de la Jefatura de Gobierno en 2007, cumplir la ley nunca fue una prioridad. 

El diputado nacional por Cambiemos Juan Carlos Villalonga, ex titular de Greenpeace, manifestó en su blog la preocupación por el tema: "Un dato preocupante surge de las estadísticas de Ceamse (Coordinación Ecológica Metropolitana Sociedad del Estado). Creo que la política, la sociedad civil, las empresas y cooperativas vinculadas a la gestión de los residuos en la Capital deben renovar su compromiso con la necesidad de reducir el nivel de residuos enviados a rellenos. Es necesario fortalecer una nueva economía basada en el reciclado y recuperación de materiales, la llamada ´economía circular´. Tenemos que fortalecer todas las políticas que generen actividades que hagan un uso más eficiente de los recursos naturales, un pilar central de la economía verde, es decir, de la sostenibilidad".

Ante esto, Macchiavelli señaló: "La Ciudad es por escándalo el distrito que más ha invertido y más esfuerzo pone en este tema en comparación con el resto de América del Sur, y siempre está el dedito acusador. Podrán decir cosas, pero no pueden decir que no nos ocupamos". Y detalló que a fin de año habrá 3.700 campanas verdes, 300 puntos verdes de recuperación de material reciclable y dos nuevas plantas de separación mecánica y enfardado de reciclables con una capacidad de 10 toneladas por hora. "Cada una de esas plantas cuesta 7 millones de dólares y ya están en construcción", sostuvo. Esas instalaciones funcionarán en un sector de la 9 de Julio Sur y en General Paz y Holmberg.

Respecto del trabajo de los recuperadores urbanos aseguró que seguirán trabajando las 12 cooperativas que ya recorren la ciudad, pero estarán mejor organizadas por zonas; también se invertirá en la flota con la que trabajan diariamente.


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