Buenos Aires, 2 de febrero de 2018. La plataforma de transporte de pasajeros Uber aseguró que "continúa funcionando con absoluta normalidad amparada por el Código Civil y Comercial", luego de que la Justicia porteña ratificara esta semana la suspensión de sus actividades.

"Ante informaciones que han circulado recientemente, susceptibles de crear confusión acerca del funcionamiento del servicio, Uber ratifica que continúa funcionando con absoluta normalidad, amparado por el Código Civil y Comercial, que permite establecer un contrato de transporte entre privados", afirmaron fuentes de la compañía a la agencia Télam.

Esta semana la Justicia porteña resolvió habilitar la feria judicial para ratificar una medida cautelar de 2016 en la que le había ordenado al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que suspendiera cualquier actividad que la Uber desarrollara en su jurisdicción, incluidos los "conductores - socios" de la empresa de transporte por aplicación.

La decisión fue tomada por Víctor Trionfetti, titular del Juzgado 2 en lo Contencioso Administrativo y Tributario, quien el 13 de abril de 2016 había dictado la medida cautelar. El magistrado también solicitó en 2016 a la Agencia Gubernamental de Control que detallara si la empresa presentó algún pedido de habilitación para el servicio de transporte público de pasajeros. A su vez, requirió información de registro de la empresa a la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos, y a la Secretaría de Transporte del GCBA.

En este marco, la empresa señaló que "en las más de 700 ciudades donde Uber se encuentra operativo alrededor del mundo, ha demostrado su voluntad para trabajar conjuntamente con las autoridades, desarrollando más de 120 regulaciones distintas". 

En dichas ciudades "el servicio se encuentra enmarcado en regulaciones modernas que han sido fruto de acuerdos constructivos con las autoridades locales, producto del interés por incorporar la innovación y las nuevas oportunidades".

El desembarco de la empresa Uber en el país desató la ira de los taxistas, quienes realizaron numerosos cortes en diversos puntos de la ciudad de Buenos Aires para expresar su rechazo a que la aplicación funcionara. La facilidad de pago vía tarjeta y los costos más baratos son dos factores que preocupan al sector. El supuesto "contrato entre privados" con el que Uber intenta eludir su responsabilidad como empresa organizadora del servicio, implica que el pasajero viaje sin estar asegurado y que Uber eluda el pago de impuestos en el país, pues no registra sus actividades en el territorio. Por lo demás, el "socio" de Uber, a demás de poner su capital y su trabajo, es nada más que un empleado en "negro", fuera del sistema de seguridad social, que corre con todos los riesgos, mientras la empresa norteamericana se restringue a cobrar sus comisiones y a publicitar el servicio.

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