Política | Acto el 9 de Julio

13/07

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La patria no se rinde

Nutrido acto contra el acuerdo con el FMI en Buenos Aires el pasado 9 de julio. Centenares de miles de personas, entre ellos integrantes de organizaciones sociales y gremiales, referentes de los Derechos Humanos y actores se concentraron desde el mediodía sobre la avenida 9 de Julio y Belgrano para manifestarse en contra del acuerdo entre el gobierno nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI). A la convocatoria se sumaron trabajadores despedidos de Télam. Reproducimos el texto completo leído por los organizadores. Por Mailén González
Buenos Aires, 13 de julio de 2018. La convocatoria fue a concentrarse en el cruce de la 9 de Julio y Belgrano, donde estará ubicado el escenario, desde las 11 del lunes. Los organizadores llamaron a que los participantes "traigan sus banderas" argentinas. A lo largo de la jornada, mientras por el escenario pasaron artistas musicales, las banderas irán tejiéndose unas con otras a lo largo de la Avenida 9 de Julio. A las 16 se espera que una actriz y un actor lean el documento final a modo de cierre, un manifiesto que elaboraron durante las últimas semanas las agrupaciones convocantes.

"Lo importante es que seamos miles de personas. Hay una convocatoria muy fuerte", remarcó el secretario general de Suteba, Roberto Baradel. La marcha opositora fue una continuidad de la movilización que se realizó el pasado 25 de mayo con la misma protesta como fondo. Por su parte, el diputado nacional del Frente para la Victoria Eduardo "Wado" De Pedro advirtió que "el Gobierno de (el presidente Mauricio) Macri quiere poner de rodillas a los argentinos frente al sistema financiero internacional".

Un gran escenario fue montado sobre las mencionadas avenidas, desde el cual hablaron los diferentes oradores de la jornada y donde se presentaron bandas en vivo. Una de las primeras columnas que llegó al lugar fue la que esta integrada por militantes de agrupaciones como el Movimiento Evita, Libres del Sur, Partido del Trabajo y del Pueblo, Unidad Popular, Vía Campesina, Izquierda Popular, Vamos y Seamos Libres.

"Estamos acá para mediar directamente y decirle ´No´ al  FMI, no entregar nuestros recursos y poder seguir adelante con un proyecto de patria nacional y popular", declaró Norberto Marasco, uno de los manifestantes en el centro de la capital argentina. Marasco fue uno de decenas de miles de personas que se convocaron bajo la consigna "La Patria no se rinde" y para reclamar "un cambio de rumbo" al gobierno de Macri. 

Bajo el título "La independencia no se negocia", un documento leído en el acto denunció la política económica y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que en junio otorgó a Argentina un salvavidas crediticio de 50.000 millones de dólares. Junto al crédito, Argentina tomó el compromiso de un ajuste en las cuentas del Estado y bajar su meta de déficit fiscal a 2,7% en 2018. 

"Rompamos las cadenas que nos impone el acuerdo de Mauricio Macri con el  FMI que solo nos asegura una miseria planificada", sostiene el texto, que denuncia que "la deuda externa contraída por Macri es ilegal e ilegítima e inconstitucional". 

En una fría jornada invernal, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, entre otros organismos de derechos humanos, agrupaciones políticas opositoras y sindicatos combativos se sumaron a la convocatoria, del que participaron músicos y actores populares. "Vamos a seguir resistiendo para que en el 2019 Macri termine humillado en las urnas", dijo el dirigente del sindicato de camioneros, Pablo Moyano, en referencia a las elecciones presidenciales previstas para el próximo año. "No vemos que haya voluntad política de cambiar este modelo", agregó, asegurando que existe un "creciente malestar social por las políticas erróneas del gobierno". 

La imagen negativa de Macri creció a 59,1% y la positiva se ubica en 35,7%, según una encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) divulgada el domingo, que muestra que el 79,8% de los argentinos consultados tiene "poca o nula" confianza en su equipo económico, en un país con una inflación que no da tregua y una fuerte depreciación de su moneda.

Los manifestantes llevan banderas de sus respectivas organizaciones y carteles con lemas como "La independencia no se negocia" o "No al FMI". Como consecuencia del acto, en la zona se generó una importante demora en el tráfico y los subtes llegaban hasta la estación 9 de Julio repletos de gente. Al igual que el 25 de mayo pasado, la marcha fue convocada por actores afines al kirchnerismo como Alejandra Darín, Marina Glezer, Daniel Valenzuela, Luisa Kulliok, Cristina Banegas y Paola Barrientos, además de las cantantes Adriana Varela, Dolores Solá y Liliana Herrero, la jueza María Laura Garrigós de Rebori, el sociólogo Horacio González, los periodistas Titi Fernández y Cinthia García, y la locutora Federica Pais, entre otros.

Por su lado, el Gobierno suspendió el desfile militar del 9 de Julio en la Ciudad de Buenos Aires y el presidente Macri se limitará a visitar la provincia de Tucumán para asistir a un acto más pequeño para recordar el 202 aniversario de la declaración de la independencia. Habrá que ver si no repite lo del 20 de junio pasado cuando pegó el faltazo al acto del Día de la Bandera en Rosario argumentando que era por cuestiones de seguridad.

El documento leído

PROCLAMA POPULAR DEL 9 DE JULIO DE 2018

LA PATRIA NO SE RINDE. FUERA EL FMI

"Oíd el ruido de rotas cadenas", proclamaba aquella marcha patriótica nacida al calor de las batallas libradas por una generación de hombres y mujeres que regaron con su sangre el suelo de nuestra Patria Grande para alcanzar su definitiva independencia.

No hubo angustia en aquel Congreso de Tucumán. Hubo conciencia política y sentido de responsabilidad histórica. Hubo decisión, de los congresales llegados desde los confines de la Patria, de proclamar la independencia de las "Provincias Unidas en Sud América". El 9 de Julio de 1816 se alimentaba el sueño de una Patria Grande y libre de toda dominación extranjera.

202 años después, nosotras y nosotros, hombres y mujeres de la Patria, nos movilizamos con un sueño inalterable, el mismo que empujara a San Martín a lanzar aquella proclama que hoy, cuando la Patria está en peligro, sigue  constituyendo una agenda cargada de futuro: "Seamos Libres, que lo demás no importa nada". Por eso es que no titubeamos al gritar a los cuatro vientos que LA PATRIA NO SE RINDE.

Rompamos las cadenas que nos impone el acuerdo alcanzado por el gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional, que sólo le ofrecen a nuestro pueblo, un destino de  miseria planificada.

Rompamos las cadenas de un ciclo veloz y brutal de endeudamiento externo, que pretende condenar a generaciones de argentinas y argentinos a seguir pagando los negocios que están haciendo unos pocos. La deuda externa contraída por el gobierno de Mauricio Macri es ilegal e ilegítima, ha tenido como destino exclusivo engrosar los balances de un puñado de grandes corporaciones. Que la paguen ellos, y no vengan nunca más a recurrir al sacrificio de los humildes y explotados.

Hoy gobiernan los agentes financieros de las corporaciones extranjeras, gobiernan los especuladores que hacen de la riqueza generada por las trabajadoras y los trabajadores un botín para alimentar la evasión, la fuga de capitales y la timba financiera. Poner fin a la especulación, nos demanda  avanzar hacia la nacionalización de nuestra banca, perseguir a los evasores que multiplican sus ingresos en cuentas radicadas en guaridas fiscales extranjeras, controlar el cambio y recuperar por parte del Estado la dirección del crédito hacia el desarrollo de la industria, la producción y las economías populares. 

Rompamos las cadenas de la dependencia económica que nos pretenden imponer con el desmantelamiento de nuestra industria y la destrucción del aparato productivo y solidario de nuestras economías  regionales. Hay que frenar la libre importación, hay que detener los acuerdos de libre comercio que mendiga Mauricio Macri y los gerentes que gobiernan por Estados Unidos y Europa, hay que defender nuestras pequeñas y medianas empresas de la ofensiva de las grandes  corporaciones.

Debemos avanzar hacia la nacionalización del comercio exterior, para que un puñado de multinacionales no transforme nuestra riqueza en un asiento contable en las ganancias que registran sus balances.

Rompamos las cadenas de la colonización británica sobre nuestro territorio en las Islas Malvinas, porque soberanía es recuperar lo nuestro. Denunciemos hasta romper el pacto Foradori Duncan, los acuerdos de Madrid, que significan un retroceso en nuestro siempre vigente reclamo sobre la tierra en la que se derramó la sangre heroica de nuestros combatientes. Nuestro territorio no puede  ser prenda de negociación con los piratas que lo usurparon.

Exijamos mantener viva la búsqueda de los 44 tripulantes del ARA San Juan, sus familias y el pueblo en su conjunto merecemos conocer la verdad. Las Fuerzas Armadas tienen la responsabilidad institucional de defender nuestra Soberanía, rechazamos enérgicamente la voluntad del Gobierno de utilizarlas para la seguridad interior.

Rompamos las cadenas de la apropiación sistemática de nuestros recursos estratégicos en manos de empresas multinacionales, frenemos la extranjerización de nuestra tierra y su concentración para beneficio exclusivo del poder económico. Los recursos de nuestro suelo, subsuelo y espacio aéreo son propiedad de la Nación. Nuestros pueblos originarios han sufrido la apropiación de sus tierras ancestrales, nuestros campesinos padecen los desplazamientos sistemáticos al ritmo en que la economía se concentra en pocas  manos.

Rompamos las cadenas que nos pretenden imponer los patrones, que alientan desde el gobierno una reforma laboral que intenta retroceder cien años en los derechos conquistados por la lucha de las trabajadoras y los trabajadores del país. Debemos conquistar en paritarias libres una victoria sobre la devaluación generada por los especuladores que gobiernan, que ha disparado una inflación que está licuando nuestro salario.

Debemos sepultar la infame reforma previsional que destrozó la movilidad ascendente de nuestras jubiladas y nuestros jubilados; es necesario actualizar el ingreso popular y recuperar los programas de empleo que este gobierno terminó transformando en planes sociales.

Rompamos las cadenas del ajuste miserable sobre las tarifas de los servicios públicos. El gobierno pretende que financiemos las ganancias exorbitantes de las empresas cuyos gerentes asaltaron el Ministerio de Energía; hay que frenar el tarifazo para poder recuperar en manos del Estado los servicios públicos esenciales que constituyen un derecho humano para todo aquel o aquella que habite nuestro suelo.

Rompamos las cadenas  del  olvido porque un pueblo sin memoria no puede conquistar su futuro. 30.000 compañeras y compañeros fueron desaparecidos por resistir a la dictadura cívico militar y a un programa económico idéntico al que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri; nuestra historia está forjada sobre la memoria de fusilados, torturados y asesinados en la larga conquista de nuestra independencia. Nuestro presente está marcado por más de quinientos bebes apropiados en la dictadura y más de 300 que seguimos buscando para que recuperen su identidad. Debemos luchar para que haya más abrazos de abuelas y nietos. Alcanzar la justicia, para que el único destino de los genocidas sea la cárcel común, perpetua y efectiva, para que no permanezcan impunes los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, para que de forma inmediata recuperen la libertad todas y todos los presos políticos de la Argentina. Desmantelar la corporación judicial, para alcanzar la Justicia, nos acerca a nuestro sueño de libertad.    

Rompamos las cadenas del patriarcado para que nunca más nadie se atreva a decidir sobre el destino individual y colectivo de  las mujeres, para que nunca más el derecho a la paridad de género  en términos culturales, económicos, políticos y sociales, sea una agenda secundaria de nuestro proyecto colectivo hacia la construcción de una Patria más justa libre e igualitaria.

Rompamos las cadenas de la barbarie que pretende embrutecer a las mayorías populares destruyendo la educación pública y gratuita. Defendamos a nuestras docentes, a sus organizaciones gremiales. Forjemos una universidad al servicio del pueblo, en éste, el centenario de la Reforma.

Rompamos las cadenas del pensamiento único impuesto por las grandes corporaciones que hacen negocios con la comunicación. Democratizar la palabra para levantar la voz y gritar bien fuerte que la mentira y la desinformación son una soga en el cuello de la democracia.

Rompamos las  cadenas del cinismo y la hipocresía. Mauricio Macri ha llegado al gobierno mintiendo escandalosamente, traicionando la voluntad de sus votantes, transformando la democracia en un fraudulento oportunismo electoralista. Defendamos la política como herramienta transformadora, defendamos la organización popular como el camino para alcanzar nuestros sueños.

Lo hemos dicho el 25 de Mayo, y lo reafirmamos hoy: somos un pueblo digno y con mucha memoria. Asumimos con profunda responsabilidad histórica seguir luchando hasta alcanzar nuestra definitiva independencia.

Nos hemos movilizado una vez más, porque el pueblo en la calle decide, y decidimos hoy, reafirmar nuestro compromiso de construir entre todas y todos la Patria que soñamos.

Por eso, una vez más gritamos: ¡LA PATRIA NO SE RINDE!


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