Buenos Aires, 16 de agosto de 2019. El domingo pasado, con los primeros resultados parciales, Horacio Rodríguez Larreta salió a adjudicarse el triunfo. Aunque no llegó a la mayoría absoluta que exige la Constitución porteña, se acercó bastante. Con el 93 por ciento de las mesas escrutadas, el jefe de Gobierno porteño, candidato a la reelección de Juntos por el Cambio se impuso con amplio margen al postulante del Frente de Todos, Matías Lammens, para encabezar la Ciudad en el período 2019-2023.

Larreta se imponía con el 46,09% de los votos y superaba a Lammens, que logró el 32,22%. Más lejos quedan el economista Matías Tombolini de Consenso Federal (7,26%) y Gabriel Solano del Frente de Izquierda (4,04%). De esta manera, son cuatro los precandidatos superaron el umbral del 1,5% de los votos para competir en las elecciones generales.

Ahora viene la etapa del escrutinio definitivo, a cargo de la Justicia. En el procedimiento para el recuento de los votos emitidos por la ciudadanía el pasado domingo que se encuentran contenidos en 7.413 urnas intervienen 110 empleados de la justicia electoral y los fiscales o representantes partidarios de las listas intervinientes. Cabe consignar que el padrón de electores habilitados fue de 2.563.749 ciudadanos, agrupados en 798 escuelas o centros de votación distribuidos a través de 150 circuitos.

De ese total de electores habilitados, el domingo 11 de agosto hubo 1.932.031 de votos válidos (un 75,36% del padrón), de los cuales 1.776.148 fueron por alguno de los candidatos que competían (69,28% de los electores expresaron un voto positivo) y 155.883 fueron en blanco, mientras que otros 17.423 fueron nulos. Además hubo 1155 entre recurridos,impugnados y comando.

La autoridad del escrutinio definitivo es el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, Secretaría Electoral en el distrito Capital Federal a cargo de la jueza federal, María Romilda Servini; Secretaría Electoral del Martín Seguí actuando de prosecretario Carlos María Pascuali.

En las P.A.S.O. porteñas se eligieron postulantes a 160 cargos. Además de candidatos nacionales a Presidente y Vicepresidente, Senadores y Diputados, se determinaron candidatos locales a Jefe/a de Gobierno, 30 candidatos/as a Diputados/as titulares y 10 candidatos/as suplentes para integrar el Poder Legislativo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 7 candidatos/as a miembros titulares y 4 suplentes por cada una de las 15 Juntas Comunales quienes participarán en las elecciones generales del 27 de octubre próximo, y eventual segunda vuelta el 24 de noviembre.

El escrutinio definitivo de las mesas de extranjeros/as comenzó también el miércoles pero en la sede del Tribunal Superior de Justicia -TSJ- situada en Cerrito 760. En atención a la adhesión al régimen de simultaneidad de elecciones previsto en los decretos 138 y 150 del GCBA dados este año, incumbe al TSJ la organización, supervisión de los comicios y el escrutinio definitivo respecto de las mesas de electoras/es extranjeras/os, conforme se explicitó en la Acordada 1/2019.

En cada una de las 15 Comunas hubo un local receptor de votos. Finalizado el acto electoral las urnas y sobres de actas correspondientes a las 50 mesas de votación fueron trasladadas por la empresa Correo Argentino a la sede del Tribunal donde desde la noche del último domingo permanecen guardadas y custodiadas a los efectos del escrutinio definitivo. Por resolución de la presidente del TSJ, Dra. Inés M. Weinberg, en la sede del organismo se constituyó una sola mesa de escrutinio con la presencia de un único fiscal por lista participante de cada agrupación política.

La Ciudad tiene un sistema de doble vuelta para la elección de su Jefe de Gobierno. Se requiere que algún candidato obtenga el 50% más un voto para evitarlo. Larreta se colocó muy cerca de lograrlo, porque sólo se toman los votos positivos, los que optaron por algún candidato, para determinar ese porcentaje. En caso de repetirse el resultado de las PASO, el 46,48% de votos válidos que obtuvo el actual jefe de Gobierno según el escrutinio provisorio, se transformarán en un 50,56%. Y el 31,93% del presidente de San Lorenzo, en 34,73%.

El salto es grande por esos casi 8 puntos en blanco que hubo este domingo: se incluyen en la base para calcular los porcentajes en las primarias, pero quedan afuera para la elección general. El voto en blanco fue algo inédito para una elección ejecutiva en el distrito. En las 11 anteriores, incluyendo PASO, primeras vueltas y balotajes desde 1996, sólo una vez se superó los 5 puntos y mayoritariamente osciló entre 1 y 3.

Una posibilidad es que gran parte de ese voto en blanco pertenezca a electores de José Luis Espert para la presidencia, ya que no llevaba postulante para jefe de Gobierno. El economista liberal sacó 3,56% en la Ciudad. Esto alienta las expectativas de Larreta, ya que cree que filosóficamente esos votantes de Espert están más cerca del macrismo y por eso buscará sumarlos. Del lado del Frente de Todos, en una mirada más amplia, creen que en todo el voto en blanco hay desencantados del Gobierno nacional que pueden arrimar.

Más explícita parece ser la búsqueda de los votos de Tombolini, el economista mediático que fue candidato de Sergio Massa en 2017 y ahora cerró para acompañar a los Lavagna en Capital. Cerca del candidato de Consenso Federal aseguran haber recibido llamados desde ambos espacios. Y se mostraron abiertos a acuerdos. Aunque de ocurrir, primero deberá votarse el 27 de octubre. Que será entonces que se definirán los senadores y diputados nacionales, los legisladores y comuneros locales. Mucho en juego, más allá del manejo del tercer presupuesto de la nación, que está en manos del Jefe de Gobierno.

Ya el espacio liderado a nivel nacional por Roberto Lavagna anunció que se siente esperanzado por la posibilidad de desplazar al macrismo para acceder a una segunda vuelta por las presidenciales. Lavagna tiene además un interés particular en nuestro distrito. Su hijo Marco encabeza la lista de diputados nacionales y podría resultar electo en octubre.

En general, en el oficialismo porteño se muestran conformes con el resultado aunque ensayan una autocrítica. Por primera vez en años, perdieron contra el kirchnerismo en dos comunas del Sur porteño. La 4 (Barracas, La Boca, Nueva Pompeya y Parque Patricios) y la 8 (Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo). Históricamente se ha dicho que la ciudad de Buenos Aires se divide por la avenida Rivadavia. Lo novedoso de las elecciones que se sucedieron el domingo pasados es que aquellas diferencias de clase se han traducido en las decisiones electorales de los porteños.

Si bien las diferencias entre el norte y el sur existen desde los orígenes de la ciudad de Buenos Aires, el macrismo en sus distintas gestiones (desde el 2007 hasta la actualidad) ha tendido a profundizarlas. Las distintas acciones o inacciones que elevaron el precio del metro cuadrado o las grandes obras públicas en ciertas zonas profundizaron las características de un distrito desigual y segregado. Precios del suelo distintos, localización de las poblaciones según estrato social, características diferenciadas de las viviendas, formalidad e informalidad, son algunos de los elementos que delimitan los barrios de la zona norte de los de la zona sur. 

El domingo pasado el actual jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, logró mantener la mayoría electoral en la ciudad con el 46,48% de los votos obtenidos en las primarias. Sin embargo, la oposición creció muchísimo en relación a la votación de 2017, logrando un 32% con Matías Lammens a la cabeza.

La opción del Frente de Todos fue mayoritaria en la zona sur (comunas 4 y 8) y a su vez, aumentó su caudal electoral en la zona centro (comunas 1, 3, 5, 7, 9, 10, 15). En cambio, en las comunas 2, 13 y 14, fue donde el oficialismo de Juntos por el Cambio sacó las mayores diferencias. 

Muchas son las razones del achicamiento de esa distancia. La polarización del escenario, sumado a la capacidad del Frente de Todos de aglutinar a un amplio espectro de la oposición, incluyendo experiencias y referencias de distintos espacios políticos, posiblemente fue un elemento determinante. Asimismo, el desgaste del Gobierno nacional vinculado a la crisis y a los distintos movimientos que han resistido en las calles seguramente también influyó en el debilitamiento de la opción local. 

Como mencionábamos, uno de los datos de la jornada fue que el macrismo perdió en las Comunas 4 y 8 ¿Qué características tienen estos barrios y quienes residen allí? En primer lugar, ambas comunas presentan la mayor cantidad de villas y asentamientos de la ciudad, siendo los territorios que concentran mayores nichos de pobreza (Villa 20, Ciudad Oculta, Villa 21-24, entre otros).

Particularmente, en la Comuna 8 una de cada tres personas reside en una villa o un asentamiento y este territorio posee la mayor cantidad de viviendas irregulares de toda la ciudad. Para reforzar este argumento, en la Villa 31 de Retiro (Comuna 1) los votantes se inclinaron también masivamente por el Frente de Todos (casi un 70% de los votos).

En estas comunas 4 y 8 también se localiza la mayor cantidad de viviendas sociales (Piedrabuena, Soldati, Lugano I y II). La existencia de estas tipologías de hábitat indican que allí reside una gran parte de los sectores populares. También en este cinturón sur, la mayor parte de la población se ubica en los estratos bajos y medio-bajo (en la comuna 8 corresponde al 65% de la población, mientras que en la comuna 4 al 55%). Es decir, las poblaciones con el menor promedio de ingresos de toda la capital.

En cambio, en las comunas 2, 13 y 14, donde mejores resultados electorales obtuvo el oficialismo, habitan las poblaciones con mayores niveles de ingresos, los precios del suelo más altos y las tipologías de hábitat denominadas residencial alto. Los resultados de las primarias cristalizaron que el oficialismo posee su mayor respaldo electoral en los sectores sociales más altos. 

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