Cultura | Día Mundial del Melanoma

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Avances de la ciencia nacional

El 23 de mayo se cumplió el Día Mundial del Melanoma, el más agresivo cáncer de piel. Con ese motivo, la Fundación Sales informó de avances en el desarrollo de una vacuna terapéutica, al tiempo que alertaba sobre las medidas de prevención que deben adoptarse. La misma entidad intervino en el desarrollo local del protocolo necesario para utilizar plasma de pacientes recuperados de Covid-19 para tratar casos graves con esa afección. Por Mariela Sosa
Buenos Aires, 29 de mayo de 2020. El melanoma es uno de los cánceres más agresivos. La exposición a rayos ultra violetas (UV), ya sea por el sol o por el uso de camas solares, es la principal causa del mismo. Los cambios en la atmósfera debido a la actividad humana incrementaron en el último siglo los riesgos por el incremento de rayos ultra violetas que llegan a la superficie terrestre.

El 52,8% de los casos diagnosticados se deben a la exposición prolongada a rayos UV. Por este motivo es esencial la toma de conciencia y exponerse con precaución a los rayos solares, sin la protección adecuada. Tampoco se recomienda el uso habitual de camas solares dado que producen las mismas afecciones sobre la piel.

El programa Cáncer con Ciencia de la Fundación Sales, en conjunto con el CONICET, apoya el trabajo del equipo de científicos liderados por el doctor José Mordoh en el desarrollo de una vacuna terapéutica contra el melanoma, que tiene como base a los anticuerpos monoclonales desarrollados por el premio Nobel argentino César Milstein. Esta vacuna se encuentra en proceso de aprobación de la ANMAT.

Este desarrollo despertó interés en reconocidos científicos de Australia, el país con mayor índice de melanoma. Tal es así que Cáncer con Ciencia de Fundación Sales firmó un acuerdo de cooperación mediante el cual se compartieron experiencias de investigación y la doctora Florencia Madorwsky, del equipo del doctor Mordoh, fue becada por Cáncer con Ciencia para que desarrollara parte de su trabajo en ese país.

Según la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), durante el 2018 se registró 212 casos por cada 100.000 habitantes; la Argentina se encuentra entre los países con una incidencia de cáncer media-alta. 

Protocolo de uso de plasma contra Covid-19

La investigadora argentina Laura Bover, del M.D. Anderson Cancer Center, lidera el CPC-19, equipo internacional de trabajo para el tratamiento del coronavirus que cuenta con más de 60 profesionales de la salud. Entre ellos se encuentra el doctor Gabriel Rabinovich.

La doctora Bover integró en Buenos Aires el equipo de investigación sobre melanoma del doctor José Mordoh, que hasta la actualidad recibe financiamiento de Cáncer con Ciencia de la Fundación SALES, al igual que Rabinovich para sus investigaciones en inmunología. Actualmente está en el M.D. Anderson Cancer Center de EEUU.

En enero de este año, al escuchar las primeras noticias sobre el coronavirus, Bover tuvo la idea de utilizar el plasma (parte líquida de la sangre) de pacientes recuperados de coronavirus como método de curación para los que hoy padecen la enfermedad. En el plasma se encuentra gran cantidad de anticuerpos; esto motivó a Bover, de formación en inmunoterapia e inmunología en la Argentina y que actualmente dirige un laboratorio de anticuerpos monoclonales en el M.D. Anderson Cáncer Center a crear el grupo CPC-19. “Esta modalidad terapéutica de utilización del plasma no es nueva, se ha usado en otras epidemias o pandemias como la de la gripe Española de 1918, producida por el virus H1N1, en la producida por SARS-CoV-1 identificado en el 2003, en MERS (Middle East Respiratory Syndrome) identificado en 2012, también se ha utilizado en ébola, y en Argentina fue utilizada por el Dr. Julio Maiztegui en la década del 70, cuando logró reducir del 30% al 1 % la mortalidad por la fiebre hemorrágica causada por el virus Junín.”

Posteriormente Bover se contactó con el doctor Arturo Casadevall, médico e investigador del John Hopkins (JH), en Baltimore, para interiorizarse sobre los protocolos que él estaba utilizando para el tratamiento de pacientes con plasma. “Nos indicó que sus protocolos clínicos de transfusión de plasma estaban disponibles públicamente en el sitio web de JH y que siguiéramos en contacto. Tradujimos originalmente el protocolo para pacientes graves y lo adaptamos junto con el publicado por la Clínica Mayo, a las regulaciones de la Argentina, dando también lugar a que otros países pudieran tomarlo como documento guía de lineamientos y adaptarlos a los requerimientos específicos”. 

Al momento, en Estados Unidos se utilizó esta técnica en 5.000 pacientes de los cuales el 66% se encontraba en unidad de terapia intensiva en diferentes hospitales de todo el país. “Considerando el alto índice de mortalidad de la enfermedad COVID-19, y la gran cantidad de pacientes críticos incluidos en el estudio, se demuestra que el tratamiento con el plasma de convalecientes es seguro, es decir que la administración del mismo no ocasiona  efectos adversos o mortalidad debida a la transfusión per se”, dice Bover.

En lo que respecta a la Argentina, el protocolo fue aprobado por las autoridades sanitarias de la provincia de Buenos Aires y ya se aplicó en un paciente severo el Hospital de Malvinas Argentinas. “El grupo CPC-19 (https://www.groupcpc-19.com/) se creó con el objetivo de concientizar a la población en general y a los profesionales de la salud, sobre la existencia de esta modalidad de tratamiento con amplia historia y eficacia comprobada en otras pandemias, aunque recién en este último mes comenzaron a aparecer los trabajos de respuestas positivas para COVID-19”, dice Bover.

Tanto Bover como Rabinovich, que forman parte de la larga lista de científicos que recibieron o reciben apoyo de Cáncer con Ciencia de la Fundación Sales, trabajan con base en inmunoterapia.   


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