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Paritaria del subte en vía muerta

La convocatoria a una negociación suspendió las medidas de fuerza que habían anunciado los trabajadores. Pero el miércoles pasado la empresa Metrovías argumentó que no puede otorgar las mejoras salariales solicitadas. Aseguró estar en “graves problemas financieros” por la disputa por el traspaso del subte y reclamó a Macri que se haga cargo. Habrá otro encuentro el próximo miércoles. Los usuarios esperan soluciones. Por Joaquín Ramírez Souto Buenos Aires, 3 de noviembre de 2012. El miércoles se reabrió la negociación paritaria, pero no hubo acuerdo entre Metrovías y los metrolegados. La empresa volvió a plantear que atraviesa “graves problemas financieros” por la disputa por el traspaso del subte, razón por la que –alegó– no puede otorgar las mejoras que reclaman. La concesionaria fue incluso un paso más allá y alertó que no está segura de que vaya a poder seguir pagando los salarios en sus valores actuales. Por esto, demandó al Gobierno de la Ciudad que se haga cargo y mande a sus funcionarios a la paritaria, para buscar una solución.

Pese a que no hubo avances, los delegados anunciaron que no tomarán por ahora nuevas medidas de fuerza. La Subsecretaría de Trabajo porteña, que convocó a la reunión, llamó a las partes a una nueva audiencia para el miércoles próximo y van a esperar a esa instancia, aunque la cartera de Trabajo porteña no convocó a los funcionarios del gobierno porteño Guillermo Dietrich, subsecretario de Transporte de la Ciudad y Juan Pablo Piccardo, presidente de la empresa porteña de subterráneos SBASE, requeridos por Metrovías como contrapartes.

La concesionaria sostuvo que para dar aumentos, Mauricio Macri tiene que hacerse cargo del subte y pidió que se dejaran asentados por escrito sus argumentos. La preocupación mayor es lo que pueda pasar a partir de diciembre, porque al terminar el año el gobierno nacional dejará de aportar subsidios para el subte, y el Presupuesto de la Ciudad no los contempla, con lo que el servicio quedará aún más desfinanciado.

Cuando Nación y Ciudad firmaron el acuerdo por el traspaso de los subtes, el 3 de enero, el gobierno nacional se comprometió a mantener por un año la mitad del subsidio que aportaba hasta ese momento, mientras que el Gobierno de la Ciudad, que tenía que aportar el otro 50 por ciento, decidió en su lugar incrementar la tarifa del pasaje, llevándola de 1,10 a 2,50 pesos.

La gestión Macri supuso que así la empresa se haría a través de la recaudación, con los recursos necesarios para solventarse. Sin embargo, Metrovías recordó en la audiencia que la medida “produjo la reducción de un 20 por ciento de los pasajeros y resultó así insuficiente para cubrir la parte del subsidio correspondiente a la Ciudad”.

Según la empresa, sus problemas financieros no sólo continúan, sino que “se han agravado”, tanto que “el cumplimiento de las condiciones resultantes de los acuerdos (que se hicieron a lo largo del año) se viene realizando con graves dificultades y haciendo un esfuerzo extraordinario que supera las reales posibilidades (de Metrovías) y no puede sostenerse por mucho tiempo más”.

El escenario de una concesionaria que abandona la prestación del servicio porque no puede mantener las tasas extraordinarias de ganancias con las que se benefició durante años, preocupa al macrismo. Los subterráneos son propiedad de la Ciudad y debería operarlos la empresa pública que existe para ello, SBASE, la misma que construye la línea H.

Los gremialistas no creen que la situación de Metrovías sea tan crítica como alegan sus voceros. “La empresa recibió los subsidios que tenía que recibir para destrabar la paritaria” de este año, recordó ayer Roberto Pianelli, titular de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro, “por lo que esperamos que en la próxima reunión se pueda resolver el problema salarial y terminar con esta paritaria, que venció en febrero pasado”.

Sí se mostró muy preocupado por el rechazo del macrismo a hacerse cargo de la red y por la decisión de no incluir fondos para el subte en el Presupuesto 2013. En ese sentido, anticipó que los metrodelegados comenzaron a entrevistarse con los legisladores de todos los bloques para pedirles que intervengan de cara a un año que vaticinó como “bastante oscuro”.

El retiro anunciado de los subsidios nacionales al trasporte de pasajeros porteño abarca también las 33 líneas de colectivos que inician y terminan sus recorridos en territorio de la ciudad. Si el macrismo decide no cubrir con recursos propios los aportes que antes hacia Nación, las tarifas de subtes y colectivos se dispararían, generando un trastorno mayúsculo para todos los usuarios del sistema público de trasporte.

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