Buenos Aires, 27 de diciembre de 2019. Derogada la misma Legislatura que la había votado una semana antes, debido al fortísimo rechazo que suscitó entre los trabajadores porteños de la salud, ahora el gobierno demora sus propios compromisos de conformar una mesa de trabajo para elaborar una nueva ley con la participación de residentes y concurrentes, tal como se comprometieron el 4 de diciembre pasado. Es que, los profesionales de la salud que trabajan como residentes en el sistema hospitalario público porteño y que incluyen médicos generalistas, cirujanos, kinesiólogos, psicólogos y trabajadores sociales, entre otras especialidades, denuncian que desde las autoridades del ministerio de Salud aún no han obtenido respuesta acerca de la conformación de la mesa de trabajo para elaborar una nueva ley.

En ese mismo momento, y luego de siete jornadas consecutivas de paro y masivas movilizaciones, el gobierno firmó otro acta en la que se comprometía a impulsar y aprobar una ley en la Legislatura que dejara sin efecto la que habían aprobado poco más de una semana antes. Ese compromiso lo cumplieron, con una votación unánime, al día siguiente y en el marco de una imponente movilización de jóvenes trabajadores de la salud.

Para el gobierno fue un traspié porque, en los hechos, la norma que se vieron obligados a derogar no hacía más que cristalizar y legalizar las condiciones en las que ya se desempeñan los cerca de 5 mil profesionales de la salud que, bajo la figura de residentes y concurrentes, sostienen gran parte de las guardias y la atención sanitaria y social en los 33 hospitales públicos porteños. De este modo, la norma consagraba jornadas de 64 horas semanales, el trabajo gratuito para los concurrentes y salarios por debajo de la línea de pobreza.

Además de reclamar la puesta en marcha de ese mecanismo institucional para nuevo marco regulatorio y mientras se prepara ese proyecto de ley, los residentes y concurrentes votaron en asamblea reclamar la aplicación ya mismo de tres puntos básicos: el pago de salario a los concurrentes para acabar con el trabajo gratuito de alrededor de 1500 compañeros, sumado al reconocimiento de derechos laborales como cualquier trabajador de planta; la reducción de la jornada laboral, para que nadie más atienda sin dormir, estando despierto 36hs seguidas.

Se propone como mínimo el respeto de la jornada laboral legal que supone un tope semanal de 48 horas (y el eventual pago de horas extras), en perspectiva de que se cumplan las recomendaciones de la OMS que sugiere por cuestiones de insalubridad que la jornada laboral no debería ser mayor a 6 horas diarias, lo que de cumplirse no sólo cuidaría la salud de quienes cuidan la salud de todos, sino que también permitiría el reparto de las horas de trabajo entre todas las manos disponibles en el sistema de salud. Por último, se encuentra en lo inmediato el reclamo de un salario igual a la canasta familiar, hoy muy por encima de las remuneraciones que perciben actualmente y que no les permite llegar a fin de mes.

Este pliego de demandas, lo presentaron el pasado lunes 16 de diciembre en mesa de entradas del Ministerio de Salud, con una nota reclamando al flamante ministro Fernán Quirós la conformación de esa mesa de trabajo para tratar esos puntos. Pasada más de una semana de dicha presentación, no obtuvieron respuesta alguna y por ese motivo optaron por realizar el 23 una jornada de protesta y difusión en los hospitales y centros de salud para visibilizar lo que consideran un incumplimiento de la palabra empeñada por parte de Horacio Rodríguez Larreta, y que pretende ser la antesala de una sucesión de medidas que, de no mediar una intervención del ejecutivo, culminará en una nueva movilización al poder político porteño.

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