Legislativas | Alivio para un sector
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Exención de ABL
La Legislatura porteña aprobó la exención del ABL para hoteles, restaurantes y bares durante el primer semestre de 2026, una medida impulsada por Matías Lammens que busca aliviar al sector turístico y gastronómico en medio de una crisis marcada por cierres de empresas, caída de la ocupación hotelera y retracción en la actividad gastronómica. Por Martín Pérez Díaz Buenos Aires, 5 de diciembre de 2025. La Ciudad de Buenos Aires atraviesa un momento crítico en materia turística y gastronómica. En este contexto, la Legislatura porteña sancionó una ley que deja sin efecto, entre enero y junio de 2026, el pago del Impuesto Inmobiliario y la Tasa Retributiva de los Servicios de Alumbrado, Barrido, Limpieza, Mantenimiento y Conservación de Sumideros (ABL) para hoteles, hosterías, residenciales similares y restaurantes. La iniciativa fue presentada por el legislador Matías Lammens, ex ministro de Turismo, quien argumentó que la medida busca dar un alivio inmediato a un sector que se encuentra en retroceso desde hace dos años y cuya recuperación puede tener un impacto transversal en la economía porteña.
Durante su intervención en el recinto, Lammens recordó que el modelo económico nacional produjo el cierre de 2.500 empresas y la pérdida de 14.000 puestos de trabajo en la Ciudad. Señaló además que el turismo internacional cayó un 18 por ciento interanual en 2025 y que la actividad gastronómica también muestra signos de deterioro. “Esta iniciativa no resuelve el fondo de la crisis pero va a generar un alivio imprescindible para el sector”, afirmó, al tiempo que reclamó al gobierno nacional un apoyo concreto para una actividad que genera un millón de puestos de trabajo en todo el país.
Los datos oficiales confirman la gravedad de la situación. En el primer semestre de 2025, las pernoctaciones en la Ciudad alcanzaron 3.998.701, lo que representa una caída del 6,3 por ciento respecto al mismo período de 2024 y una disminución acumulada del 19,7 por ciento en comparación con 2023. La tasa de ocupación hotelera se ubicó en 41,4 por ciento, con una baja del 5,9 por ciento interanual y una contracción del 18,8 por ciento respecto a dos años atrás. En el sector gastronómico, el índice de volumen físico, que mide la cantidad de cubiertos vendidos, promedió 161,3 puntos entre enero y agosto, con una caída del 2,1 por ciento frente al año anterior y un retroceso del 15,1 por ciento en relación con 2023.
La exención del ABL incluye a restaurantes y cantinas con y sin espectáculo, bares, expendio de comidas y bebidas en establecimientos con servicio de mesa o mostrador, expendio de helados y alojamiento en hoteles y hosterías, excepto aquellos que operan por hora. El beneficio se aplicará de manera automática y busca evitar un mayor deterioro en la actividad mientras se espera por una reactivación estructural del turismo. Según Lammens, la recuperación del sector puede generar un impacto positivo en un amplio conjunto de sectores productivos y laborales, desde el comercio hasta los servicios culturales.
La medida fue celebrada por las cámaras empresariales del sector, que ven en la exención un respiro frente a la presión fiscal y la caída de ingresos. Sin embargo, también remarcaron que se trata de una solución parcial y transitoria, que debe complementarse con políticas nacionales de estímulo al turismo y la gastronomía. En ese sentido, se espera que el gobierno nacional acompañe con programas de financiamiento, promoción internacional y reducción de cargas impositivas.
La crisis del turismo porteño se refleja no solo en la caída de la ocupación hotelera, sino también en la disminución del flujo de visitantes internacionales y nacionales. Buenos Aires, que históricamente se posicionó como uno de los principales destinos de América Latina, enfrenta el desafío de recuperar su atractivo en un contexto de recesión económica y pérdida de competitividad frente a otras ciudades de la región. La gastronomía, considerada un motor cultural y económico de la Ciudad, también sufre la retracción del consumo interno y la baja en la llegada de turistas.
La aprobación de la exención del ABL marca un gesto político de apoyo al sector en un momento de emergencia. Para Lammens, la medida es un primer paso hacia un esquema más amplio de políticas públicas que permitan sostener la actividad y evitar el cierre de más establecimientos. “Esperamos que el gobierno nacional deje de mirar para otro lado y también brinde algún tipo de apoyo concreto y material a esta actividad que es clave para la economía nacional”, concluyó.
La Ciudad de Buenos Aires apuesta así a sostener uno de sus sectores estratégicos, consciente de que el turismo y la gastronomía no solo generan empleo directo, sino que también dinamizan la cultura, el comercio y la vida urbana. El desafío será transformar este alivio fiscal en una política integral que permita recuperar la vitalidad de una actividad que forma parte de la identidad porteña y que hoy atraviesa uno de sus momentos más difíciles.
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