Información general | Nota de nuestro Director

05/08

0

El laberinto de la salud mental

El jueves de la semana pasada nuestro Director, el Lic. Gerardo Codina, publicó en las páginas del diario El Argentino una nota titulada "El laberinto de la salud mental", en la que describe los obstáculos que debe sortear una persona en nuestra ciudad para acceder a la asistencia que requiere en una emergencia. La reproducimos aquí para nuestros lectores.

El laberinto de la salud mental



                                                             Lic.
Gerardo Codina. Psicoanalista.



Violeta Parra daba gracias a la vida, porque le había dado la risa y el
llanto, con los que podía distinguir dicha de quebranto. Una y otro formaban su
canto y el de todos, decía, porque siempre nuestra existencia nos confronta con
el dolor y la alegría. 



Pero a veces se hace todo más difícil y nos cuesta soportarlo. Es lo
que le sucede a Rosario. Llega al consultorio casi sin fuerzas, al borde del
llanto a cada palabra, agobiada por sus penas. Es una mujer de mediana edad,
nacida en el norte, de rasgos andinos y que vive en un barrio de emergencia en
la zona sur de la ciudad. 



Después de dos años de tener asignadas tareas sociales por la
emergencia sanitaria, debe regresar a una oficina pública. Es un paso adelante,
porque la han efectivizado. Pero ya no hace la limpieza, sino que debe ocuparse
del café con una máquina que está rota. Se siente una inútil sin tarea. Esta es
la gota que desborda su vaso. Un vaso que ya estaba muy lleno. 



Dos de sus hijos mayores son adictos. Uno de ellos yace postrado
después de un episodio confuso en el que sufrió daños neurológicos
irreversibles. El otro le ha hurtado cada cosa de la casa para comprar droga y
ahora hasta perdió su vivienda. La violencia de los narcos tomó como víctima a
uno de sus hermanos y la amenaza a ella. Rosario no sabe qué hacer frente a
esto ni a dónde ir. Tiene miedo por el futuro de su chico menor y no sabe cómo
protegerlo. 



Son demasiadas cosas para ella, que colapsa. Piensa en suicidarse. La
detiene en un andén la mirada de una nena que iba con su madre. No quiere
despertarse en las mañanas. Su hermana le dice que es una vaga. Pide turno con
psicólogos y psiquiatras en los centros públicos cercanos, sin suerte. Alguien
le pasa el dato de que la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA) atiende
a los afiliados de ATE con un arancel módico y solicita tratamiento. Así llega
a mí. 



Le indico que también requiere asistencia médica. Va a la guardia de un
hospital público especializado, la entrevista un equipo, le indican medicación
pero le niegan tratamiento por contar con cobertura de salud. Va a su obra
social pero le dicen por un  portero
eléctrico que mande un correo electrónico que nadie responde. Sucesivamente le
fallan uno y otro intento, en medio de su crisis.



Es una historia más, dolorosa por cierto. Pero que ilustra el desamparo
en el que se encuentran aquellos sobrepasados por su angustia, en una sociedad
donde sentirse bien y ser feliz se impone como obligación. Un laberinto en el
que algunos pierden su salud mental.



licgerardocodina@gmail.com


Compartir nota en las redes sociales Enviar Imprimir

Dejanos tu comentario