Información general | Megaestafa inmobiliaria

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Avanza la investigación

Se investiga megaestafa inmobiliaria en la Ciudad de Buenos Aires. Según contó el periodista especializado en policiales Mauro Szeta a través de su cuenta de Twitter, cinco integrantes de la empresa Induplack fiduciaria están siendo investigados por la justicia. La fiscal Mónica Cuñarro, a cargo de la investigación, pidió la indagatoria de los empresarios luego de que la Justicia confirmó sus procesamientos, en una trama de presuntas defraudaciones en obras en construcción que incluye más de 20 víctimas y $130 millones en cheques sin fondo. Por Joaquín Ramírez Souto Buenos Aires, 20 de diciembre de 2024. En esta megaestafa inmobiliaria en investigación, al menos serían 20 los damnificados, quienes aseguran que algunas de las obras de la constructora se encuentran paradas hace varios meses. Las familias insisten en que ellos pusieron el dinero acordado con la constructora y fiduciaria pero las obras no se están ejecutando.

Según consta en la página web de Induplack, una empresa dedicada a una serie de obras en construcción a lo largo del territorio porteño, tiene actualmente más de 30 proyectos en ejecución, por lo que la preocupación de una estafa a gran escala está latente. Las obras se encuentran en su gran mayoría en los barrios de Caballito y Liniers. Las de este último barrio serían las que muestran más atraso.

En la causa penal que se lleva adelante contra Induplack Fiduciaria, la fiscal Mónica Cuñarro acusa de asociación ilícita y estafa a cinco empresarios vinculados al grupo, identificados como Vito Antonio L’Abbate, sus hijos Emanuel Andrés L´Abbate, Santiago L´Abbate, Juan Ignacio L’Abbate y Patricio Gastón Flores, parte de IconsTech, una firma paralela.

Los empresarios fueros señalados por 19 de sus clientes en 15 denuncias penales, unificadas en una sola causa. Aseguraron que pagaron sus cuotas para acceder a departamentos en al menos nueve proyectos inmobiliarios distintos en calles y avenidas a lo largo de CABA, para no ver un solo ladrillo a pesar de todas sus insistencias, evasivas en vez de resultados, fueron a la Justicia. Siete de estas víctimas se constituyeron como querellantes en la causa investigada por Cuñarro, bajo la firma del Juzgado N°40.

El pedido de indagatoria, por otra parte, no es el comienzo del caso para Cuñarro: el 8 de octubre último, la Sala VII de la Cámara Criminal y Correccional integrada por Juan Esteban Cicciaro Ricardo Matías Pinto confirmó los procesamientos de los acusados, con un embargo colectivo que superó los $700 millones. Con esta medida crucial, la investigación cobró un nuevo impulso.

Mientras tanto, Induplack sangra por la herida de sus deudas. La firma, según información del Banco Central, emitió 71 cheques en los últimos dos años, con un rojo que escaló a $130 millones. Parte de ese monto fue cancelado. Hoy, debe $93 millones.

El calvario de las víctimas

Uno de los casos llevados a la justicia es el de una empleada del Poder Judicial. El 27 de julio de 2018, suscribió un boleto de compraventa con Induplack a través de una inmobiliaria, para un departamento en un edificio ubicado en Rivadavia al 7159, zona de Flores. “La damnificada entregó $450.016 en concepto de anticipo, quedando un saldo de $789.750 a pagar en dieciocho cuotas ajustables (cláusula UVA), con vencimiento a partir de agosto de 2018, y un refuerzo de $337.566, ajustable también por cláusula UVA, pagadero a la posesión”, asegura un documento del caso. El pago inicial equivale a más de 16 mil dólares del mercado paralelo, según la cotización de aquel día.

Sin embargo, no solo nunca vio su departamento: el lote allí sigue, vacante, sin una viga. “A pesar de los pagos realizados, la empresa constructora no solo incumplió con su parte del contrato, sino que ni siquiera se avanzó en la construcción del edificio en cuestión”, apuntó la fiscal. Entre la gran cantidad de pruebas que presentó, se encuentran los contratos mismos, firmados por imputados como Emanuel L’Abbate y Patricio López.

Otro denunciante también reportó su boleto, “suscripto el 20/01/2017 con Induplack Fiduciaria S.A. en su carácter de fiduciaria del fideicomiso de Ibarrola 6517″, zona de Liniers, de acuerdo a un documento de la causa, por un departamento de 60 metros cuadrados. Induplack, en este negocio, fue “representada en ese acto por Vito Antonio L’Abbate como vicepresidente”. El pago acordado fue de “$1.144.740, indicando el denunciante que esa suma equivalían en esa fecha a U$S70.315″. Así, el hombre “abonó en el acto $203.100 y $941.600 en sesenta cuotas mensuales, variables, consecutivas y con interés, todo ello, conjuntamente con un convenio de mejoras de dicho inmueble, firmado en igual fecha entre esas mismas partes”.

Se pactó la entrega del departamento para julio de 2018. La escrituración, para diciembre de ese año. El departamento, aparentemente, fue construido, pero nunca se lo entregaron. Una vecina del edificio declaro que el inmueble le pertenecía “a la constructora”.

No fue la única víctima en la calle Ibarrola: otras dos compraron otro departamento un piso más abajo. “El boleto lo firmó Vito L´Abbate y se fijó como valor total $1.119.767, suma que fue pagada en su totalidad y con fecha 25 de junio de 2019 se le extendió la constancia de libre deuda”, sigue el documento del expediente.

Otra vez, el departamento no llegaba. Como tantos otros damnificados, iniciaron un expediente civil en el Juzgado N°99 del fuero. También, fueron al edificio, a ver qué pasaba. La causa asegura: “El 4 de enero de 2024 concurrieron al edificio y tras tocar el portero, los atendió una señora que manifestó ser inquilina y luego salió una persona de nombre Cristian y les dijo que cuidaba el departamento, que era de su jefe. Entonces llamaron a ese abonado y le pasaron el teléfono de Vito L’Abbate, quien manifestó que lo iba a solucionar, pero nunca más obtuvo respuesta”.

En paralelo, la historia de Induplack explota en la Justicia civil: hay más de una treintena de expedientes en su contra por escrituración y daños y perjuicios, con varios fallos de diversas salas de la Cámara del fuero. Mientras tanto, en Instagram, dos cuentas de escrache contra el grupo ventilan denuncias y capturas de pantalla.



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