Política | Jubilados indigentes

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Lo que cobran y lo que necesitan

Los jubilados tienen muchas dificultades para afrontar sus gastos mensuales, lo que explica la reiteración de protestas en reclamo de mejoras en los haberes. La Defensoría de la Tercera Edad difundió datos actuales de la canasta de bienes y servicios consumidos por los jubilados, cuyo costo se ubica muy por encima del haber promedio. Además, con la fórmula de movilidad impulsada por Javier Milei, los haberes perdieron 30% frente al esquema previo. Mailén González Buenos Aires, 14 de marzo de 2025. Un jubilado en Argentina necesita al menos $1.200.523 mensuales para afrontar sus gastos básicos, según datos de la Defensoría de la Tercera Edad. Sin embargo, la jubilación mínima en marzo fue de $350.000, incluyendo el bono de $70.000, lo que refleja una brecha significativa entre ingresos y costos de vida.

En febrero de 2024, la canasta básica del jubilado se ubicaba en $1.200.523, lo que representa un incremento interanual del 75,2% en comparación con los $685.041 de un año atrás. El relevamiento se realiza en Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano bonaerense, Mendoza, Córdoba y Rosario, donde vive la mayor parte de la población mayor.

Principales gastos

    Alimentación: $279.834 (23% del total).
    Medicamentos: $260.245 (22% del total).
    Vivienda: contempla mantenimiento de inmuebles propios, alquiler y estadías en pensiones.

En el rubro medicamentos, el aumento se explica por la reducción de descuentos en remedios recetados y la ampliación de los de venta libre sin cobertura por parte del PAMI.

Para hacer frente a estos gastos, jubilados y pensionados sólo cuentan con haberes que se actualizan por el índice de Milei y bonos congelados. Los montos son los siguientes:

    - Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM): $223.297,36 más el bono.
    - Pensiones No Contributivas: $265.385,19 más el bono de $70.000.
    - El bono de hasta $70.000 está congelado desde marzo de 2024 y actualizado debería ser de $145.000.

El incremento acumulado en el primer trimestre, según el índice de Milei, fue del 7,5%. Pero no todos los jubilados recibieron el mismo ajuste.

    Jubilados con la mínima: aumento del 5,9% debido al congelamiento del bono.
    Beneficiarios de la PUAM: suba del 5,6%.
    Pensiones no contributivas: aumento del 5,4%.

A pesar de estos ajustes, la pérdida de poder adquisitivo sigue en aumento, porque los gastos que afrontan los jubilados (por caso, los medicamentos) crecen más que la media de la inflación registrada por el INDEC. Esto hace que millones de jubilados tengan ingresos muy por debajo de sus necesidades básicas.

El ajuste contra los jubilados

Desde el inicio de la actual gestión de Gobierno, la motosierra y la licuadora recayeron con fuerza sobre los haberes jubilatorios, sector que también sufrió la represión en sus protestas, con un pico alcanzado en la manifestación de este miércoles. La jubilación mínima en marzo se ubica en $279.121,71, a lo que se suma un bono extraordinario de $70.000, alcanzando un total de $349.121,71, que cobra casi el 70% de los incluidos en el sistema.

Con la modificación de la fórmula de movilidad mediante el DNU 274/2024, el Gobierno se ufanó entonces de otorgarle mayores aumentos a los haberes de los adultos mayores, ya que en un contexto de alta inflación los cubriría de perder frente al aumento de precios, a pesar de que no les otorgaría "mejoras". Pero entre el empalme de la fórmula vieja y la nueva los haberes perdieron un 7,2% adicional al recupero del 12,5% que otorgó la administración libertaria.

Sin embargo, en el marco de la desaceleración de precios la fórmula atada a la inflación no surtió su efecto y por el contrario significó la consolidación de la pérdida que los haberes. A su vez, ante la recuperación del indicador de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), así como la recaudación de ANSES, terminaron perdiendo a marzo casi un 30% frente a la fórmula incluida en la ley 27.609 de 2021.

Mientras que en marzo de 2025, como adelantamos, con el aumento de 2,2% (IPC de enero 2025) de la fórmula de Milei, la jubilación mínima (sin bono) se ubicará en $279.122, de haber continuado la fórmula anterior se ubicaría en $356.962, esto implica un 27,9% más, según la medición del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

En ese contexto, las jubilaciones constituyeron un factor clave en el ajuste del gasto público: explicaron el 19,2% del recorte total realizado por el Sector Público Nacional en 2024.

Asimismo, frente al promedio de las jubilaciones mínimas con bono entre septiembre y noviembre 2023 a marzo 2025, los haberes mínimos perdieron un 13,3% de poder adquisitivo, según la medición del CEPA. Esto se debe, a que la variable de ajuste fue ese bono extraordinario que nunca se incorporó al haber y, por lo tanto, tampoco se actualizó y quedó congelado desde el primer día.

Bono congelado

Adicionado a la caída del haber mínimo, el bono extraordinario, que es central para que los jubilados de la mínima superen el umbral de pobreza ($334.536, según INDEC), se encuentra congelado desde marzo de 2024 en $70.000, licuando mes a mes su capacidad de compra.

Mientras que los haberes se incrementaron entre marzo de 2024 y marzo de 2025 un 108%, la mínima, que incluye el bono, sólo aumentó 71%. De haberse actualizado en la misma proporción, el bono debería ser de $145.303, es decir, más del doble (+$75.303) de lo actual.


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