Información general | Barrios que destacan

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Alquileres baratos

10 barrios con departamentos de 2 ambientes por menos de $400.000. Balvanera, San Nicolás y San Cristóbal forman parte de la oferta. Los lugares donde se registran los valores más accesibles para alquilar. Qué los diferencia y por qué pueden ser una opción ventajosa. Manual para tiempos de crisis. Por Joaquín Ramírez Souto Buenos Aires, 1 de agosto de 2025. En tanto se acentúa la incertidumbre por la situación económica nacional y su impacto en el mercado laboral, quienes dependen de un alquiler para resolver su vivienda miran con lupa las diferentes opciones que les brinda la ciudad. Tano el monto de los alquileres y las expensas, como la cercanía con los lugares de trabajo y estudio son variables a computar a la hora de elegir dónde vivir, además de las comodidades que ofrecen las unidades en oferta.

Mientras las zonas más cotizadas de la Ciudad de Buenos Aires exhiben precios por encima del promedio general, existen barrios donde el costo de alquilar un departamento dos ambientes resulta considerablemente menor. Estas áreas, en su mayoría residenciales, alejadas del centro y con baja presión turística, ofrecen condiciones de acceso más flexibles y valores que se ubican muy por debajo de lo que se paga en Palermo, Recoleta o Belgrano, incluso hasta la mitad, en algunos casos.

El crecimiento de la oferta tras el DNU que derogó la Ley de Alquileres a fin de 2023 generó una apertura del mercado. Muchos propietarios volvieron a publicar sus unidades con contratos ajustados al IPC o al ICL, pero con criterios más amplios respecto de plazos, garantías y moneda. Ese nuevo contexto habilitó oportunidades en zonas que habían quedado al margen del radar inmobiliario. 

Actualmente, hay más de 3.000 departamentos de dos ambientes en alquiler tradicional y en pesos en CABA. De ese total, unos 350 se ofrecen por debajo de los $400.000, concentrados principalmente en barrios del sur y oeste de la ciudad.

Los diez barrios con los valores más bajos están también próximos a líneas de Subte (A, H o E en su mayoría), trenes y avenidas conectoras como la 9 de Julio. Algunos de ellos, como Villa Lugano, Villa Riachuelo o Soldati, se extienden sobre corredores periféricos, sin acceso directo al subte, aunque con buena conectividad por tren o colectivos. Allí, la demanda se concentra en residentes históricos o en nuevos inquilinos que priorizan superficie y bajos gastos.

En Constitución y Barracas, la cercanía al Centro no implica valores elevados. En estos barrios conviven edificios antiguos con unidades medianas en torres sin amenities, ideales para estudiantes o trabajadores con empleo formal que buscan ubicarse cerca del macrocentro sin comprometer la mitad del ingreso en vivienda.

Zonas como Balvanera, San Nicolás y San Cristóbal ofrecen precios contenidos por tratarse de áreas con gran rotación, oferta constante y propiedades con más de 30 años de antigüedad. La cercanía al subte, hospitales y universidades públicas las convierte en opciones atractivas para estudiantes del interior del país o personas solas.

Estas zonas permiten alquilar con costos totales —incluidas expensas— que siguen por debajo de los valores promedio de la ciudad. Lo que ofrecen:

    Departamentos de 40 a 48 m2, funcionales, sin amenities, en edificios de entre tres y siete pisos.
    Expensas entre $65.000 y $100.000 (cuando en la Ciudad superan los $200.000 en los barrios medios, como Almagro o Monte Castro, o más caros como Belgrano y Núñez), lo que deja margen para sostener el gasto total mensual sin comprometer otros consumos básicos.
    Menor competencia con alquileres temporarios, a diferencia de Palermo, Chacarita o Retiro, donde la oferta en dólares limita el acceso a residentes.
    Mayor predisposición de los propietarios a negociar condiciones, especialmente ante inquilinos con garantía propietaria, ingresos demostrables o referencias previas. 

Qué busca el inquilino que elige estas zonas

El perfil se repite en la mayoría de los casos: personas solas, parejas jóvenes, estudiantes del interior o trabajadores con ingresos moderados. Algunos llegan a estos barrios por cercanía con familiares, otros por recomendación directa o búsqueda online. En general, no priorizan amenities ni cochera, pero valoran la posibilidad de vivir en un espacio independiente, bien comunicado y con bajo nivel de conflictividad barrial.

Desde la flexibilización legal, los acuerdos se definen con más libertad. Se pactan plazos de doce o veinticuatro meses, ajustes trimestrales o cuatrimestrales, y cláusulas de rescisión acordadas entre partes. En muchos casos, el pago se realiza por transferencia, sin necesidad de garantías bancarias, aunque los dueños siguen pidiendo ingresos comprobables.

En barrios como Santa Rita o Mataderos, es habitual ver alquileres cerrados directamente entre conocidos o por referencia. Eso permite saltear intermediarios y reducir el costo de ingreso.

El rol de las expensas

En contraste con lo que ocurre en zonas como Palermo, Recoleta o Núñez, donde las expensas ya superan los $250.000 (en promedio), los barrios con alquileres más bajos presentan estructuras de consorcio más simples y costos más estables. Edificios sin amenities, sin ascensor o con bajo nivel de servicios mantienen los gastos comunes en niveles razonables.


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