Legislativas | Maltrato animal

19/09

0

Sanciones más duras

La Ciudad de Buenos Aires dio un paso firme en la protección de los animales. La Legislatura porteña aprobó una reforma al Código Contravencional y de Faltas que endurece las sanciones contra el maltrato animal, en respuesta a un fenómeno que ha crecido de manera alarmante en los últimos años. La nueva normativa contempla multas de hasta 8 millones de pesos, trabajo comunitario obligatorio, arresto en casos graves, inhabilitación para convivir o trabajar con animales y la creación de un Registro de Maltratadores. Por Martín Pérez Díaz Buenos Aires, 19 de setiembre de 2025. La iniciativa, impulsada por el legislador Emmanuel Ferrario y respaldada por más de 250 organizaciones proteccionistas, forma parte del paquete legislativo “Ley Huellas”, que busca establecer un marco integral de bienestar animal en la Ciudad. La reforma fue aprobada con amplia mayoría en el recinto y representa un cambio sustancial en la manera en que se aborda la crueldad hacia los animales.

El contexto que motivó la reforma es contundente: en los últimos cuatro años se registraron más de 12.000 denuncias por maltrato animal y criaderos ilegales en la Ciudad. Las penas vigentes eran consideradas irrisorias por especialistas y activistas, lo que generaba una sensación de impunidad frente a conductas que vulneraban los derechos de seres indefensos. La nueva ley busca revertir esa situación con herramientas jurídicas más eficaces y sanciones ejemplares.

Uno de los ejes centrales de la normativa es la creación del Registro de Maltratadores de Animales, que estará bajo la órbita de la Cámara de Apelaciones en lo Contravencional y de Faltas. Este registro será público y reunirá a las personas con sentencia firme por abandono, crueldad o cría ilegal. La inclusión en el listado implicará la prohibición de convivir o trabajar con animales, una medida que apunta no solo a castigar, sino también a prevenir futuros casos de maltrato.

Además, se incorporan nuevas figuras contravencionales, como el abandono de animales en vehículos, una práctica que ha generado múltiples rescates dramáticos, especialmente en verano. También se sanciona la cría clandestina, que muchas veces opera en condiciones insalubres y sin control veterinario, poniendo en riesgo tanto a los animales como a las personas.

Las multas, que pueden llegar hasta los 8 millones de pesos, se establecen en Unidades Fijas y se actualizarán periódicamente. Lo recaudado será destinado a programas de bienestar animal del Gobierno porteño, lo que convierte a la sanción económica en una herramienta de reparación indirecta. En paralelo, se contempla la posibilidad de imponer trabajo comunitario de hasta 60 días y arresto en casos graves.

La reforma también se inscribe en un contexto social particular. En la Ciudad de Buenos Aires, cuatro de cada diez hogares conviven con al menos una mascota, y se estima que hay más de 860.000 perros y gatos, una cifra que supera la cantidad de niños menores de diez años. Este crecimiento en la población animal, impulsado en parte por la pandemia, ha generado nuevos desafíos en materia de convivencia, salud pública y protección de derechos.

El legislador Ferrario destacó durante el debate que “las palabras crean realidades” y que el Estado tiene la responsabilidad de actuar con datos y decisión. “Este proyecto fue construido junto a quienes trabajan hace años, muchas veces en soledad, cubriendo la ausencia del Estado”, señaló. También remarcó que la sanción de esta ley es apenas un primer paso, y que aún resta avanzar en atención veterinaria primaria, regulación de caniles y políticas específicas para animales en situación de calle.

La aprobación de esta reforma marca un antes y un después en la legislación porteña sobre maltrato animal. Por primera vez, se establece un sistema de sanciones que contempla no solo el castigo, sino también la prevención y la reparación. En una ciudad que se reconoce cada vez más como “pet friendly”, la protección de los animales deja de ser una cuestión marginal para convertirse en una política pública con respaldo normativo y social.


Compartir nota en las redes sociales Enviar Imprimir

Dejanos tu comentario