Información general | Presión inflacionaria sectorial
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Aumentó el costo de construir
El relevamiento de CAMARCO se basa en un edificio torre de planta baja y 14 pisos, y constituye una referencia central para analizar la evolución de los costos del sector. La medición se compone de tres series: el costo general de construcción, el costo de materiales y el costo de la mano de obra. En noviembre, el indicador general alcanzó los 18.534,9 puntos, consolidando un incremento anual que, si bien se mantiene por debajo de la inflación acumulada, refleja un escenario de costos crecientes en un contexto de actividad fluctuante.
Materiales y mano de obra: brecha creciente
El comportamiento de los componentes del índice mostró una evolución dispar. Mientras el costo de los materiales acumuló un aumento del 19,7% en lo que va del año, la mano de obra volvió a ser el factor de mayor incidencia, con un incremento mensual del 3% y un acumulado del 22,7% en 2025. Este salto se explica, en parte, por la incorporación del acuerdo salarial de la UOCRA homologado en noviembre, que impactó de manera directa en los costos laborales del sector.
La mayor presión relativa de la mano de obra sobre el índice general confirma una tendencia que se viene observando desde mediados de año: los ajustes salariales, sumados a los costos empresariales asociados, están empujando al alza la estructura de costos incluso en un contexto de desaceleración de la actividad.
El Índice Construya, que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado por las principales empresas proveedoras de insumos, registró en noviembre una caída interanual del 5,5% y un retroceso del 7,1% respecto de octubre. Aun así, el acumulado enero-noviembre mostró un crecimiento del 6% interanual, impulsado por un mejor desempeño en la primera mitad del año.
Desde el Grupo Construya explicaron que la actividad sectorial estuvo afectada por la elevada volatilidad financiera y, en algunos momentos, por condiciones climáticas adversas, factores que contribuyeron a la contracción de la demanda de materiales.
En paralelo, el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) del INDEC mostró en octubre una caída mensual del 0,5%, aunque con un incremento interanual del 8% debido a la baja base de comparación de 2024. Los analistas del CEPEC advirtieron que estos datos deben leerse con cautela, ya que el crecimiento interanual no necesariamente refleja un impulso sólido sino un rebote estadístico.
Un mercado inmobiliario que vuelve a enfriarse
El retroceso en la actividad constructiva se complementa con un deterioro en el mercado inmobiliario porteño. Según el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, en noviembre se registraron 5.250 escrituras de compraventa, lo que representa una caída del 8,8% interanual y un desplome del 25,2% respecto de octubre, cuando se habían contabilizado 7.018 operaciones.
El dato convierte a noviembre en uno de los meses más débiles del segundo semestre, en un año que, pese a mostrar un repunte general, evidencia señales de desaceleración hacia el final del período.
El monto total involucrado en las operaciones ascendió a $885.985 millones, con un incremento interanual del 51,5%. El valor promedio de cada escritura fue de $168.759.187, un 66,1% más que un año atrás. Medido en dólares al tipo de cambio oficial, el valor medio alcanzó los US$115.718, con un aumento del 16,3% interanual.
Este comportamiento revela una dinámica particular: menos operaciones, pero de mayor valor nominal, en un contexto donde la inflación y la variación del tipo de cambio continúan influyendo en la valuación de los inmuebles.
Hipotecas: fuerte caída mensual, pero un año que podría ser histórico
Las operaciones con crédito hipotecario también mostraron un retroceso significativo. En noviembre se registraron 737 escrituras con hipoteca, una baja del 22,4% interanual y una reducción a la mitad respecto de octubre, mes que había sido atípico por la congestión de operaciones vinculadas al proceso electoral.
Sin embargo, el acumulado anual muestra un panorama distinto: entre enero y noviembre se contabilizaron 13.065 hipotecas, lo que representa un crecimiento del 238% respecto del mismo período de 2024. De mantenerse la tendencia, 2025 podría cerrar con cerca de 14.000 hipotecas, el segundo mejor registro desde que existen mediciones sistemáticas desde 2009.
Magdalena Tato, presidenta del Colegio de Escribanos, destacó que el año se encamina a cerrar con alrededor de 70.000 operaciones, ubicándose entre los seis mejores desde 1998. No obstante, advirtió que la desaceleración de las hipotecas frena el efecto multiplicador que suele dinamizar el mercado inmobiliario y llamó a “redoblar la creatividad” para mejorar las condiciones de acceso a la vivienda en 2026.
Un cierre de año con señales mixtas
El panorama sectorial hacia fin de año combina indicadores que muestran tensiones inflacionarias, caída en la actividad y un mercado inmobiliario que pierde dinamismo luego de un período de recuperación. La construcción, históricamente uno de los motores de la economía argentina, enfrenta un escenario donde los costos continúan en ascenso, la demanda de insumos se retrae y las operaciones inmobiliarias se enfrían.
La evolución de los próximos meses dependerá en gran medida de la estabilidad macroeconómica, la disponibilidad de financiamiento y la capacidad del sector para adaptarse a un contexto donde los costos laborales y la volatilidad financiera seguirán siendo factores determinantes.
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