Cultura | Un regreso esperado

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Reabren la Sala Leopoldo Lugones

El miércoles 18 de marzo a las 12 del mediodía reabrirá la sala de cine del Complejo Teatral de Buenos Aires. Finalizado el período de obras y refacciones, el espacio dará inicio a la temporada 2015. El primer ciclo del año estará dedicado a Seijun Suzuki. Se proyectarán 15 films de enviados por The Japan Foundation en copias en 35 mm. Por Belén Sosa Buenos Aires, 6 de de marzo de 2015. Tras una larga espera, los amantes porteños del cine recuperarán el emblemático cine del décimo piso del San Martín. Según informó el ministro de Cultura de la Ciudad Hernán Lombardi, el miércoles 18 de marzo se retomarán las actividades con una proyección especial de Así cantaba Gardel, a las 12.

A nivel de infraestructura, las 233 butacas de la sala fueron restauradas y retapizadas, se renovaron los accesos, se agregaron espacios para sillas de ruedas y se reacondicionaron los baños. Además, los cielos rasos de la sala y el hall se demolieron y fueron construidos a nuevo. Entre otros trabajos, se despojó el lugar del amianto existente -según los protocolos de la Agencia de Protección Ambiental-, se sumó un tendido de instalaciones contra incendios que constan de rociadores, hidrantes, detectores de humo y alarmas; y se realizó una nueva instalación eléctrica en el escenario y la oficina de dirección.

La Lugones estará equipada con dos proyectores 35 mm en línea y un proyector 16 mm profesional con lámpara Xenon. A esos equipos analógicos se les sumará un proyector DCP (Digital Cinema Package) de última generación y su correspondiente equipo de sonido Dolby de última generación.

Además de las modificaciones edilicias, una actualización y modernización del equipamiento audiovisual, coloca al histórico recinto como uno de los más destacados a nivel técnico de la Argentina. Por su tecnología, acústica, adaptabilidad y comodidad, la sala Leopoldo Lugones se mantiene a lo largo del tiempo como un espacio de punta.
Para la reapertura se realizará una muestra montada en el hall de entrada con detalles de las obras realizadas y la presentación en sala con la película en 35mm “Así cantaba Carlos Gardel”, para periodistas e invitados. Luego, se dará inicio el primer ciclo del año dedicado al destacado director japonés Seijun Suzuki.

SEIJUN SUZUKI: EL REGRESO DE UN REBELDE

El Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, en colaboración con el Centro Cultural e Informativo de la Embajada de Japón, han organizado un ciclo denominado Seijun Suzuki: el regreso de un rebelde, que se iniciará el miércoles 18 de marzo al domingo 5 de abril en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530). La muestra estará integrada por quince films, muchos de ellos inéditos en Argentina, enviados especialmente desde Tokio por The Japan Foundation en copias nuevas en 35mm.

Esta retrospectiva viene a demostrar por qué Suzuki se convirtió en un director de culto, celebrado por Quentin Tarantino y reconocido internacionalmente por la manera en que subvirtió desde adentro al rígido sistema de estudios del cine japonés, cuestionando los estereotipos y utilizando los géneros como campos de experimentación visual. Además de algunos de sus films más reconocidos, que anticiparon la mejor estética pop en el cine japonés, se exhibirán por primera vez en la Argentina ocho de sus primeros largometrajes para los estudios Nikkatsu, casi desconocidos fuera de su país.

“Hasta que la compañía lo despidió, en 1967, y eventualmente quitó de circulación todos sus films, Seijun Suzuki dedicó su carrera a dirigir largometrajes de clase B para el estudio Nikkatsu: films de bajo presupuesto anclados en géneros pre-establecidos que solían exhibirse luego de algún film más prestigioso en las salas de cine de la empresa.

Todos estos proyectos eran asignaciones del estudio y generalmente se trataba de largometrajes de identidad genérica clara y bien definida: policiales duros, comedias, films de guerra, películas de yakuzas, melodramas con prostitutas. A un promedio de tres o cuatro realizaciones al año, Suzuki comenzó a encontrar la forma de hacerlas más ‘interesantes’, lo que generalmente implicaba intensificar lo que ya estaba disponible en el guión: utilizar una puesta en escena e iluminación de origen teatral, mostrar la acción desde ángulos excéntricos, destacar los detalles más inesperados, elevar el nivel del humor absurdo.” (Tony Rayns).

LA AGENDA COMPLETA DEL CICLO ES LA SIGUIENTE:

Miércoles 18: El pueblo de Satán (Akuma no machi; Japón, 1956). Dirección: Seijun Suzuki. Con Seizaburo Kawazu, Ichiro Sugai, Azusa Yumi. “Tercer largometraje de Suzuki (dirigido con su nombre de pila real, Seitaro), y su primer film de yakuzas, en El pueblo de Satán, Seizaburo Kawazu interpreta a un policía de incógnito extremadamente ambivalente que anda tras las huellas del sádico jefe de una banda criminal. Tour de force visual, en particular cuando llega el momento de representar alguna muerte violenta, el film es extremadamente feroz en su segunda mitad, con un nivel de brutalidad poco común en la época de su producción” (Chris Desjardins, Outlaw Masters of Japanese Film). A las 17, 19.30 y 22 horas (82’; 35mm.)

Jueves 19: Ocho horas de terror (Hachijikan no kyofu; Japón, 1957). Dirección: Seijun Suzuki. Con Taizo Fukami, Hisako Hara, Nobuo Kaneko. Un tren debe detener su marcha cuando un tifón destroza por completo las vías; los pasajeros no la pasaran mucho mejor cuando sean transferidos a un autobús secuestrado por un par de sádicos criminales. “En una situación que se volvería clásica con el correr de los años y las películas, Ocho horas de terror es un thriller melodramático típicamente japonés transformado por Suzuki en una comedia. Los estudios Nikkatsu intentaron eliminar esos elementos cómicos introducidos por el realizador, pero al hacerlo arruinaron completamente el ritmo de la narración original” (Robert Firsching). A las 17, 19.30 y 22 horas (77’; 35mm.)

Viernes 20: La bella del submundo (Ankokugai no bijo; Japón, 1958). Dirección: Seijun Suzuki. Con Michitaro Mizushima, Shinsuke Ashida, Kagu Takashina. El honorable gangster Miyamoto sale de prisión y recupera unos diamantes robados que le permitirán reiniciar su vida. Pero las traiciones están a la hora del día y una familia de mafiosos se dispondrá a pisarle los talones en pos de las joyas. La presencia de una joven, hermana de un compañero asesinado, complicará aún más la situación. Rodada en furioso blanco y negro, en formato de pantalla ancha e influenciada por la estética del film noir, La bella del submundo es un verdadero festín visual y la demostración cabal del talento temprano de Suzuki. A las 17, 19.30 y 22 horas (87’; 35mm.)

Sábado 21: Senos jóvenes (Aoi Chibusa; Japón, 1958). Dirección: Seijun Suzuki. Con Akira Kobayashi, Mihoko Inagaki, Misako Watanabe. El cantante Akira Kobayashi interpreta a Yoshi, un adolescente algo alienado que se enamora de la asistente social encargada de seguir su caso. Sachiko Hidari e Hideaki Nitani coprotagonizan este exitoso film de jóvenes delincuentes que tuvo su secuela apenas un año más tarde. A las 17, 19.30 y 22 horas (90'; 35mm)

Domingo 22: Pasaporte a la oscuridad (Ankoku no ryoken; Japón, 1959). Dirección: Seijun Suzuki. Con Ryoji Hayama, Hisako Tsukuba, Masumi Okada. Ibuki, un joven trompetista, viaja con su mujer de luna de miel al tiempo que recorre el país brindando algunas actuaciones. A bordo de un tren hacia uno de sus destinos, su mujer desaparece. Deprimido y con la certeza de que ha sido abandonado, regresa a su hogar, pero allí encuentra el cuerpo sin vida de su esposa. La policía sospecha inmediatamente de Ibuki, quien debe escapar e infiltrarse en el submundo criminal si desea hallar al asesino y probar su inocencia. A las 17, 19.30 y 22 horas (88'; 35mm)

Miércoles 25: La edad desnuda (Suppadaka no Nenrei; Japón, 1959). Dirección: Seijun Suzuki. Con Keiichiro Akagi, Kyoko Hori, Saburo Fujimaki. Una banda de delincuentes juveniles sobreviven gracias a pequeños robos, pero todo comienza a salir mal cuando accidentalmente roban una gran cantidad de dinero que le pertenece a la yakuza. El protagonista de La edad desnuda, Keiichiro Akagi, fue promovido por los estudios Nikkatsu como el James Dean japonés. Irónicamente, Akagi también murió en un accidente automovilístico antes de alcanzar todo su potencial como estrella. A las 17, 19.30 y 22 horas (53'; 35mm)

Jueves 26: Apunten al camión de policía (Sono gososha wo nerae: 'Jusango taihisen' yori; Japón, 1960). Dirección: Seijun Suzuki. Con Michitaro Mizushima, Mari Shiraki, Misako Watanabe. Al comienzo de este tenso y complejo whodunit, un camión de policía es atacado y un convicto que viajaba en él salvajemente asesinado. Daijiro, el guardia de turno de la penitenciaría, es acusado de negligencia y suspendido; su única salida será investigar y perseguir personalmente a los asesinos. Apunten al camión de policía es un film pletórico de “callejones sin salida, asaltos inesperados, montajes delirantes y una proliferación wellesiana de matones enmascarados y muertes fingidas” (Chuck Stephens). A las 17, 19.30 y 22 horas (79'; 35mm)

Viernes 27: Todo sale mal (Subete ga kurutteru; Japón, 1960). Dirección: Seijun Suzuki. Con Tamio Kawaji, Yoshiko Nezu, Sayuri Yoshinaga. Luego de una secuencia de inicio dentro de una sala de cine diseñada para desorientar al espectador, Todo sale mal (también conocida con el título El precipicio) presenta a un grupo de jóvenes problemáticos que recorren las calles de Tokio como una jauría de perros salvajes. Entre ladronzuelos, violadores y otros delincuentes se destaca Jiro, un joven que vive con su madre y aún lamenta la pérdida de su padre, quien murió a causa de un tanque japonés durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de los films más injustamente desconocidos del realizador, Todo sale mal “presenta las frustraciones de su país a través de una juventud desilusionada y marginada, acompañando el nacimiento de una nueva clase de cine japonés” (Kimberly Lindbergs). A las 17, 19.30 y 22 horas (71'; 35mm)

Sábado 28: El canal sangriento (Kaikyo chi ni somete; Japón, 1961). Dirección: Seijun Suzuki. Con Koji Wada, Ryoji Hayama, Yuriko Hanabusa. Nikkatsu respondió finalmente a los ruegos de Suzuki, quien en este período se encontraba algo descontento con sus patrones, entregándole un guión más interesante y un mayor presupuesto. El canal sangriento es una colección episódica de historias de acción de los guardias costeros, vehículo perfecto para Koji Wada, que se transformaría gracias a esta película en la nueva estrella adolescente. El enorme éxito de este film le permitiría al realizador mayor libertad creativa en sus siguiente proyectos, dando inicio al mejor período de su larga carrera. A las 17, 19.30 y 22 horas (83'; 35mm)

Domingo 29: La juventud de la bestia (Yaju no seishun; Japón, 1963). Dirección: Seijun Suzuki. Con Jo Shishido, Ikuko Kimuro, Misako Watanabe. Cuando un extraño hace su aparición en medio de la guerra entre dos familias de yakuzas, la violencia estalla en el submundo de Tokio. La juventud de la bestia pone en pantalla por primera vez las imágenes alucinadas y coloridas composiciones que se transformarían en la marca registrada del realizador. “En un principio, el film se presenta como un típico policial, pero a Suzuki le interesan menos las vueltas de tuerca del guión que las formas geométricas y las composiciones de cuadro fracturadas. Es el triunfo de la abstracción en el seno de un contexto híper comercial” (Howard Hampton). A las 17, 19.30 y 22 horas (92’; 35mm.)

Lunes 30: El vagabundo de Kanto (Kanto Mushuku; Japón, 1963). Dirección: Seijun Suzuki. Con Akira Kobayashi, Chieko Matsubara, Hiroko Ito. Uno los films fundamentales de la carrera de Suzuki: fiel a códigos ancestrales, un yakuza intentará llevar una vida según las viejas tradiciones, algo nada sencillo en un mundo moderno donde el honor ya no parece tener lugar. “Un clímax que deja sin aliento. Nuevamente, este realizador de films clase B logra efectos estéticos sorprendentes y vanguardistas” (Shigehiko Hasumi, Universidad de Tokio). A las 17, 19.30 y 22 horas (92'; 35mm)

Martes 31: El tatuaje del dragón blanco (Irezumi ichidai; Japón, 1965). Dirección: Seijun Suzuki. Con Hideki Takahashi, Hiroko Ito, Asako Izumi. Tetsu, un miembro de rango medio de la yakuza, es traicionado por sus superiores y su hermano menor le salva la vida. Juntos huirán a Manchuria, donde intentarán vivir una vida pacífica, pero el pasado, como ese tatuaje oculto debajo de la camisa, volverá para cobrarse las facturas impagas. Uno de los films más influyentes en la carrera de Suzuki --su secuencia final fue homenajeada por Quentin Tarantino en la primera parte de Kill Bill--, es además el título que prefigura la posterior independencia estilística absoluta del realizador. Para el especialista Tony Rayns se trata de “un film de yakuzas tan estilizado como una obra de teatro kabuki: la acción sin sentido es combinada con una parodia del giri-ninjo (el honor del código mafioso) y la violencia se transforma en un acto de lujoso esteticismo.” A las 17, 19.30 y 22 horas (87’; 35mm).

Miércoles 1º de marzo: El vagabundo de Tokio (Tokyo nagaremono; Japón, 1966). Dirección: Seijun Suzuki. Con Tetsuya Watari, Chieko Matsubara, Ryuji Kita. El asesino reformado Tetsuya, alias "El Fénix", recorre sin rumbo las ciudades de Japón, esperando su propia ejecución. Hasta que un día es llamado por su antiguo jefe para ayudarlo a luchar contra una banda rival. “El vagabundo de Tokio empieza en blanco y negro, y no precisamente del modo más esperable para una película de gánsteres (un yakuza le pide a su rival que lo mate), y de pronto el protagonista mira hacia abajo y ve algo de color rojo. A partir de ese momento, la película es en colores. Y qué colores: el matón protagonista jamás se saca su traje celeste cielo ni sus zapatos blancos (¡ni siquiera en medio de paisajes nevados!). Todo esto hizo Seijun Suzuki, sin haber visto jamás ni un plano de Pierrot, el loco” (Horacio Bernades en Página/12). A las 17, 19.30 y 22 horas (83’; 35mm).

Sábado 4: Marcado para matar (Koroshi no rakuin; Japón, 1967). Dirección: Seijun Suzuki. Con Jo Shishido, Mariko Ogawa, Annu Mari. Hanada Goro es el tercer mejor asesino del crimen organizado en Japón. En su deseo de superación se encontrará con Misako, una mujer misteriosa obsesionada con la muerte, quien le ordenará una misión muy particular. Lejos de la estructura tradicional del cine de yakuzas, Marcado para matar es una pesadilla surrealista de extraordinaria fuerza creativa. Los directivos del sello Nikkatsu, al asistir a la versión definitiva del film, decidieron “prescindir” de los servicios de uno de sus directores más prolíficos y fieles. Para muchos críticos e historiadores se trata de la obra maestra del realizador. A las 17, 19.30 y 22 horas (91’; 35mm.)

Domingo 5: Pistol Opera (Pisutoru opera; Japón, 2001). Dirección: Seijun Suzuki. Con Makiko Esumi, Sayoko Yamaguchi, Hanae Kan. Como ocurría en Marcado para matar, con un protagonista masculino, aquí una asesina a sueldo se ve enfrentada a sus colegas en una lucha por mantenerse en el primer puesto de su particular profesión. Compendio visual de su obra, Pistol Opera mantiene y potencia todas las constantes de estilo de Suzuki. Lejos del cine narrativo tradicional, el director se entrega a los ritmos de montaje musicales y a la enunciación total del artificio. “Suzuki emprende esta divertida, juguetona y deslumbrante reescritura de Marcado para matar, dándole al argumento clásico una vuelta insospechada a partir de la expansión narrativa de una reflexión sobre la demora, la postergación, el desplazamiento” (Hugo Salas). A las 17, 19.30 y 22 horas (112’; 35mm.)

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