Política | Inseguridad porteña

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Los narcos dominan

Este martes 7 de febrero, el barrio 1-11-14 se conmocionó por una noticia que sobrepasó los límites de la inseguridad que a diario sus vecinos padecen: una niña de 4 años, Nayla, murió a causa de un ataque, que se despachó con 32 balazos. Los testigos del hecho contaron que desde un automóvil Renault 19 de color gris, partieron varios disparos a los transeúntes que pasaban por el lugar. Incluso una joven de 19 años resultó herida en una pierna. Por Mailén González
Buenos Aires, 10 de febrero de 2023. Una niña de 4 años murió tras recibir un tiro en el pecho luego de una balacera donde hubo al menos 32 disparos en el Barrio 1.11.14 del Bajo Flores porteño en medio de un enfrentamiento narco y donde una joven de 19 años resultó herida en una pierna, informaron el miércoles fuentes policiales.

El hecho ocurrió alrededor de las 22 del martes a la noche en el cruce de Bonorino y Calle 10 del mencionado barrio donde, según los testigos, desde un automóvil Renault 19 color gris se efectuaron varios disparos a ocasionales transeúntes.

Según las fuentes, fue personal de Gendarmería Nacional apostado en la zona quien emitió un alerta ante el ataque a balazos y le informó a la Policía de la Ciudad que el automóvil de los tiradores habría huido en dirección al vecino Barrio Presidente Illia. 

Según versiones periodísticas, hay una sospecha de sectores policiales que conocen el territorio de que Nayla recibió el disparo al quedar en medio de presunta una disputa de dos familias argentinas conocidas en la zona, que se dedican hace varios años a actividades delictivas. De acuerdo con una fuente que conoce el territorio, ambos bandos “son polirubro”: andan armados, “meten caño” y venden droga al menudeo. Estos delincuentes no se vinculan con las bandas peruanas que hace casi 25 años controlan la zona, pese a los dichos sobre la seguridad de Larreta que tienen su núcleo en la manzana 24 del barrio.

Al parecer, el problema entre los clanes surgió a raíz del crimen de un joven de 17 años, perteneciente a uno de los dos grupos, cuya muerte se la adjudican a la familia rival. Por eso, en venganza, concurrieron hasta la esquina de Calle 10 y Bonorino, lugar en el que reside la banda acusada de aquel homicidio y efectuaron la serie de 32 tiros. Nayla, mientras jugaba a pocos metros, recibió uno de esos disparos en el pecho y murió. Sin embargo, la fuente consultada se muestra cauta con esta versión, ya que la organización atacada está en enfrentada con distintos grupos del barrio y el ataque pudo haber provenido de un sinfín de sectores. “Cualquiera pudo haber ido para atacarlos”, señaló.

Conscientes de la situación, los vecinos del Barrio Ricciardelli por estas horas andan armados con palos de escoba y con cualquier elemento que pueda serles útil para enfrentarse a la inseguridad que se apodera del barrio. Es algo de todos los días, pero en las últimas jornadas, y a partir de la muerte de Nayla, la menor de 4 años, la situación empeoró. 

Las fuentes precisaron que en el sitio de los disparos, los peritos recolectaron un total de 32 vainas servidas de calibre 9 milímetros. En el caso interviene el fiscal Eduardo Cubría, de la Fiscalía nacional en lo Criminal y Correccional 22, quien caratuló el hecho como “homicidio”. La fiscalía dispuso además la intervención de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, para que tome las primeras declaraciones testimoniales en el hospital y en el lugar del ataque.

Un barrio con historia

Al Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli, o Barrio Ricciardelli, se lo nombra popularmente como villa 1-11-14. Es un barrio de emergencia situado en la Comuna 7 de la Ciudad de Buenos Aires, al sur del barrio de Flores, lo que se conoce como el Bajo Flores.

Su ubicación es en frente al estadio Pedro Bidegain, que pertenece al club San Lorenzo de Almagro y en las cercanías al Estadio Guillermo Laza, del Club Deportivo Riestra. Su nombre oficial, Rodolfo Ricciardelli, resulta de un homenaje de quien fuese en vida un sacerdote, nacido en 1939 y fallecido en 2008, perteneciente al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM). Desde el 1 de abril de 1999 hasta su deceso fue párroco de Santa María Madre del Pueblo, ubicada en la villa, el lugar que eligió para vivir y la primera parroquia fundada en un barrio de emergencia por el entonces monseñor Jorge Vernazza.

Ricciardelli se había instalado en la villa en 1973 donde desde 1968 residía el padre Jorge Vernazza. Junto a Vernazza, otro veterano del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, denunció los atropellos de la última dictadura cívico militar, especialmente ante el llamado "Plan de erradicación de Villas".​ Fue un gran amigo de Carlos Mugica. Acompañó a Emilio Mignone en su búsqueda de Mónica Mignone, su hija desaparecida con otros seis militantes del proyecto Belén en el Bajo Flores.


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